AFP.- El futuro presidente estadounidense, Joe Biden, revelará este jueves sus planes para luchar contra el covid-19 e inyectar 1,9 billones de dólares en la economía, pero su agenda de los primeros 100 días está opacada por el inminente juicio político de su predecesor, Donald Trump.
El día después de que Trump fuera acusado en la Cámara de Representantes, convirtiéndose en el primer presidente en la historia de Estados Unidos en ser dos veces objeto de un “impeachment”, Biden espera aprovechar su discurso en horario estelar para infundir esperanza en los estadounidenses.
Con sus correligionarios demócratas controlando por poco ambas cámaras del Congreso, Biden tiene la oportunidad de aprobar lo que sería el tercer paquete de ayuda masiva para una pandemia.
Pero de lo que está menos interesado en hablar es del próximo juicio de Trump, que introducirá una potencial pesadilla de complicaciones de programación y drama político en un Senado ya tenso.
En su alocución televisada, Biden abordará una crisis sanitaria y económica que superará incluso el desafío que enfrentó como vicepresidente de Barack Obama cuando asumió el cargo a raíz de el colapso financiero de 2008.
La pandemia de covid-19 continúa alcanzando nuevos picos, el programa de vacunación se tambalea y se teme que la salida económica del cráter de 2020 pueda retroceder.
Su propuesta, denominada Plan de Rescate Estadounidense, incluirá una serie de medidas destinadas a revitalizar la primera economía del mundo, dijeron altos responsables de su gobierno entrante.
La iniciativa incluye aumentar el salario mínimo a nivel federal a 15 dólares la hora, ayudar a los gobiernos estatales y locales en problemas, reabrir escuelas de manera segura, implementar una campaña masiva de inmunización contra el covid-19 y aumentar el paquete de estímulo que el Congreso aprobó el mes pasado.
Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, y Chuck Schumer, líder de los demócratas el Senado dijeron que comenzarían a trabajar para asegurar el éxito del plan.
“Nos pondremos manos a la obra para convertir la visión del presidente electo Biden en una legislación que sea aprobada por ambas cámaras y sea promulgada”, dijeron en una declaración conjunta, tras conocerse el plan de Biden.
Biden, que prestará juramento el 20 de enero, también promete acelerar el ritmo de vacunación, con un llamativo eslogan de 100 millones de inyecciones que se administrarán en los primeros 100 días de gobierno.
El presidente electo dice que quiere abordar todo esto al mismo tiempo, dejando atrás uno de los períodos más oscuros de la historia de Estados Unidos.
Es una tarea difícil.
Sin embargo, Biden asume el cargo con una ventaja que no esperaba ni siquiera hace unas semanas: control total del Congreso.
Las impactantes victorias de los demócratas en las dos elecciones de segunda vuelta del Senado de Georgia la semana pasada les dan mayoría, aunque estrecha, en ambas cámaras.
Esto también ayudará a Biden a tener rápidamente confirmado su gabinete designado. Ya el 19 de enero el comité de Finanzas del Senado comenzará a analizar la nominación de Janet Yellen como secretaria del Tesoro.
- Un tema ineludible –
Pero el tema ineludible es el juicio político.
Trump fue acusado en la Cámara de Representantes el miércoles de “incitar a la insurrección” al alentar a una gran multitud de simpatizantes a marchar contra el Congreso el 6 de enero, que entonces certificaba la victoria electoral de Biden. La turba arrasó el edificio del Capitolio, cinco personas murieron.
En un escenario soñado por los demócratas, el Senado se habría convocado en una sesión de emergencia para llevar a cabo un juicio relámpago antes del 20 de enero, lo que obligaría a Trump a dimitir.
Pero el líder de la todavía mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, descartó esa idea, diciendo que no había tiempo para llevar adelante un proceso “justo” con el presidente.
A partir del 20 de enero, McConnell perderá su liderazgo, que pasará a manos del demócrata Schumer.
La declaración de McConnell de que tiene la mente abierta sobre la culpabilidad del mandatario republicano plantea la posibilidad de que Trump aún pueda terminar siendo condenado por una mayoría de dos tercios en el Senado.
Si es declarado culpable, una segunda mayoría simple de votos sería suficiente para impedir que el magnate inmobiliario intente volver a postularse como presidente en 2024.
Pero antes de todo eso, los senadores tendrán que hacer malabares para ver cómo logran juzgar simultáneamente a un expresidente republicano mientras cooperan en una agenda enviada por un nuevo presidente demócrata.
Biden está tratando de persuadir a la Cámara Alta para que “se bifurque” y se ocupe de los dos temas de una manera organizada y eficiente, ocupándose “medio día del juicio político y medio día para que mi gente sea nominada y confirmada en el Senado, además de moverse en el paquete (Covid)”.
En nuevos comentarios el miércoles, después del impeachment de Trump, Biden nuevamente apeló a un acto de malabarismo cuidadoso. “Espero que el liderazgo del Senado encuentre una manera de lidiar con sus responsabilidades constitucionales en el juicio político mientras también trabaja en otros asuntos urgentes de esta nación”, dijo.
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