La tormenta tropical Iota se convirtió en un huracán de categoría 1 y en el huracán número trece de la temporada. No obstante, el Centro Nacional de Huracanes de EE. UU. prevé que, entre este domingo y lunes, se fortalezca a categoría 4. Por el momento, Iota incrementa a medida que avanza hacia Centroamérica, con foco en Nicaragua y Honduras, dos países ya azotados por el paso de Eta.
Los fenómenos climáticos no dejan de azotar a Centroamérica y el Caribe. Cuando aún no se recuperan de los daños causados por la tormenta Eta, el impacto de Iota en la región es inminente. Sus lluvias ya dejaron desbordamientos en la costa caribe de Colombia, mientras su recorrido apunta ahora a Nicaragua y Honduras.
Iota pasó de tormenta tropical a huracán de categoría 1 en la madrugada de este domingo 15 de noviembre, convirtiéndose así en el decimotercer ciclón del año de la temporada de huracanes. El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos proyecta que en las próximas horas pase a categoría 4, en un máximo de 5 sobre la escala Saffir-Simpson, fuerza con la que se prevé que pueda llegar a Nicaragua y a Honduras en algún momento del lunes.
“Un avión de reconocimiento descubrió que Iota se ha fortalecido hasta convertirse en el decimotercer huracán de la temporada de huracanes del Atlántico de 2020”, comunicó el NHC, en sus siglas en inglés.
Iota se encuentra a unos 475 kilómetros (295 millas) al este de Isla de Providencia de Colombia, con vientos máximos sostenidos de 120 kilómetros por ahora (unas 75 millas por hora).Informe desde Managua: Tormenta Iota ahora es huracán
“Se pronostica que Iota será un huracán de categoría 4 extremadamente peligroso cuando se acerque a Centroamérica”, advirtió el centro estadounidense.
Hasta la noche de este sábado, Iota registró vientos máximos sostenidos de 145 kilómetros por hora, mientras se ubicaba a unos 539 kilómetros de la costa nicaragüense-hondureña. Avanza así con la amenaza de traer marejadas ciclónicas “potencialmente mortales” y vientos “catastróficos” a una región ya devastada por Eta, que a principios de noviembre dejó más de 200 personas muertas.
La isla colombiana de Providencia, en el mar Caribe, y una franja costera que va desde Sandy Bay Sirpi, en Nicaragua, hasta la hondureña Punta Patuca, se encuentran bajo advertencia de huracán.
“Tenemos que salvar nuestras vidas”
En Guatemala y Honduras, ya se están llevando a cabo evacuaciones en áreas que se espera sean afectadas. “Tenemos que salir, tenemos que salvar nuestras vidas”, afirmó Erick Gómez, un residente de Cruz de Valencia, en el noroeste de Honduras, mientras se preparaba para partir.
Aseguró que sobrevivió a las inundaciones del último huracán aferrándose a un árbol para evitar ser arrastrado por las corrientes de agua. “Tenemos miedo por lo que acabamos de sufrir con Eta, y no queremos volver a pasar por lo mismo”, sentenció.
El norte colombiano –con imágenes de inundaciones en Cartagena–, Panamá, Costa Rica, El Salvador y Belice registrarán también fuertes lluvias.
Los meteorólogos apuntan a que en partes del noreste de Nicaragua y el norte de Honduras Iota produzca hasta 30 pulgadas (750 milímetros) de acumulación de lluvias, con el peligro de fuertes inundaciones repentinas, desbordamientos de ríos y deslizamientos de tierra.
“He sido testigo de cómo la gente ha buscado salir y sacar las pocas cosas que le han quedado. Gente caminando, en bicicleta, en motos, buscando la manera de cómo sacar lo poquito que nos queda, ya que el agua se llevó prácticamente todo”, declaró Maria Eugenia López, una residente de El Progreso (Honduras).
Hasta ahora, ha habido 30 tormentas tropicales con nombre, de las cuales trece han sido huracanes y, de estos, cinco han sido mayores. Se espera que el 30 de este mes acabe de forma oficial la temporada de huracanes en el Atlántico.
Con Reuters, AFP y EFE