En una conversación cargada de anécdotas, humor y vivencias, Shadow Blow visitó el programa Capicúa con Varsovia para hablar sobre su trayectoria, su filosofía de vida y hasta para recordar viejas controversias del género urbano.
El artista, que lleva más de dos décadas en la música, aseguró que su pasión viene “desde que nació”, pero que su entrada formal al hip hop y otros géneros se dio “con los muchachos, Lápiz… hace 20, 25 años. Cuidado sin más. Porque cuando conocí a Lápiz, nosotros teníamos toditos soñando, teníamos 17, 16 años. Y ya toditos tenemos 40”.
Aunque muchos lo identifican como rapero, él prefiere otro título: “Yo me catalogo artista… puedo cantar, puedo rapear, toco instrumentos, soy productor, sé de música. Puedo crear cualquier género… hasta cierto punto puedo ser ingeniero. Entonces, no veo por qué no”.
Sobre su estilo de vida, dejó claro que no se le verá exhibiendo lujos innecesarios: “A mí me gusta frontear con música. Me gusta lo que yo he hecho para que los otros exponentes me respeten… y que no me respeten por lo que yo tenga monetariamente, sino por el arte”. Y aunque confesó que “tengo lo mío, gracias a Dios. Vivo bien”, también admitió una de sus debilidades: “Me gustan mucho los lentes, las prendas, los vehículos, los motores… lo que pasa es que no las muestro. Me gusta más que el que me conozca, disfrute de lo que yo logro”.
Shadow Blow también recordó una vieja polémica que lo involucró indirectamente con Don Miguelo y Blady de Ilegales, durante la creación del tema Chukucha: “Fue una diferencia porque yo quedé en el medio… luego Miguelo me dice ‘tú produces también, siéntate’. Lo hicimos entre los tres realmente… pero luego entre Blady y Miguelo se creó una discusión… y ahí yo no participé. Luego nos pusimos de acuerdo, quedamos bien toda la parte”.
Entre risas y anécdotas, habló de su única experiencia de “bloqueo” en el género, que según él fue con Nipo, quien inicialmente lo veía más como productor que cantante. “Recuerdo que Lápiz llegó al estudio y le dijo: ‘Bárbaro, tú no sabes a quién tú tienes sentado ahí… ese tipo es un animal cantando’”.
A pesar de todo, el artista resaltó que en la industria “todo el mundo me quiere, todo el mundo me apoya”, y que sigue siendo el mismo de siempre: el que camina por el barrio, juega baloncesto en la esquina y se sienta a compartir una cerveza o una friturita con los suyos.









