En una charla con Giselle Blondet en su pódcast ‘Lo que no se habla’, la exconductora de Primer impacto, Bárbara Bermudo, reveló lo que nunca había contado sobre su abrupta salida de la televisión.
“Yo no estaba feliz, era una lucha y era una guerra todos los días teniendo que defender y ahora lo puedo hablar con un poquito más de transparencia”.
“Si me pongo a hablar no es que voy a entrar en problemas, pero no creo que valga la pena. Mucha gente sí se preguntó el por qué de mi salida tan abrupta de Univision. Quizás lo cuente en un libro, quizás lo hagamos en otro pódcast porque tengo que tener mucho cuidado. Pero no fue como la gente lo escuchó”, reconoció.
“Tengo mi versión, pero esa parte yo la pude sanar. Yo pude sanar mi corazón de aquellas personas que me hicieron daño dentro de Univision, que ya no están afortunadamente. Lo voy a decir claro ya que el pódcast se presta para eso. Pero me ayudaron a procesar las cosas de una manera diferente, a saber perdonar, a saber que uno viene a la vida a sufrir en muchas ocasiones porque con el sufrimiento uno encuentra su propósito. Y fue difícil, pero después me di cuenta de que Dios tenía mejores cosas para mí, de que mis hijas me necesitaban”.
“Si algo yo no he sufrido y te lo digo de todo corazón es del síndrome de las cámaras y de los micrófonos apagados”, dejó claro.
“Nunca sufrí de eso porque yo sentí que yo había llegado al tope en esa posición en mis años de carrera. Ya yo no estaba contenta por el ambiente en el que yo estaba literalmente manejándome. Yo no estaba feliz, era una lucha y era una guerra todos los días teniendo que defender y ahora lo puedo hablar con un poquito más de transparencia”.
“Yo sentí que era el momento de yo despegar y hacer cosas diferentes porque no estaba a gusto y cuando uno no está contento uno tiene que sacudirse y salirse de su zona de confort”, señalo.
“Claro que no fue fácil. Yo me peleé con todo el mundo, yo vi en todo el mundo alrededor de mí el causante, el responsable y llegó un punto donde la gente me llamaba y yo bloqueaba a todo el mundo. Fue una decisión inmadura de mi parte, pero me tocaba porque tenía dolor porque de repente sale en la prensa una historia que no es verdad del porqué yo salí de la televisión, entonces cuando uno no se puede defender porque al final para qué entrar en ese ambiente tóxico de quién dice una cosa y dice la otra yo preferí callar y entender que era la voluntad de Dios y que Dios me tenía mejores cosas para mi familia y para mí y que esas puertas abiertas se iban a presentar en mi vida de una manera diferente”.