La actriz cubana, Ana de Armas, atraviesa un momento tan positivo como complejo.
La interpretación de la artista de Marilyn Monroe en su nueva película Blonde, dió cabida a un estallido de críticas a favor y en contra, que la han situado en el ojo del huracán.
El estreno de la cinta de Netflix ocasionó todo tipo de opiniones, pero no sobre su interpretación, la cual es para la gran mayoría, impecable, sino por el ángulo que se le ha dado a su personaje.
En esta ocasión, la Marilyn que se retrata no es la mujer frágil, dulce e inocente que se ha hecho ver al mundo. Por el contrario, muestra también las sombras y los momentos más oscuros de la estrella internacional.
Ante los comentarios que señalan este ángulo como todo un insulto a la figura que fue la actriz, y también para quienes no comprenden por qué la ex de Ben Affleck aceptó este papel, ella tiene una respuesta contundente.
“No me sentí explotada porque yo tenía el control… Yo tomé la decisión. Sabía qué película estaba haciendo. Confiaba en mi director. Me sentía en un entorno seguro. Tuvimos cientos de conversaciones sobre esas escenas. Todos teníamos un profundo respeto por la película que estábamos haciendo y, en ese sentido no tenía miedo”, expresó la cubana en una entrevista a la revista Entertainment Weekly.
Además de mostrar los ataques de nervios y salidas de tono de Marilyn, también hay desnudos que han parecido incomodar a un sector.
“La gente lo pasa peor viendo esas escenas que yo rodándolas, porque sabía lo que estaba haciendo y me sentí muy protegida y segura”, ironizó.
El filme no es una biografía, está basado en la novela homónima de Joyce Carol Oates sobre la actriz de Con faldas y a lo loco.
Su contenido la convierte en la primera película de Netflix para mayores de 17 años en Estados Unidos.