Con solo 35 años, cumplidos el 16 de mayo, Megan Fox ha vivido prácticamente todo en la industria del entretenimiento. Siendo una adolescente sus compañeras de clase se burlaban de ella porque decía que quería ser actriz, pero pronto lo consiguió y con solo 15 años participó en una película de las gemelas Olsen.
Desde entonces, su espectacular físico le abrió la puerta de series como Dos hombres y medio o la franquicia cinematográfica Transformers, pero denunció que la utilizaban simplemente como atrezzo.
Tras una sonada disputa con Michael Bay, fue despedida y tachada de actriz difícil. Pero casi una década después ha vuelto a trabajar, es la feliz madre de tres niños y sale con el cantante Machine Gun Kelly tras divorciarse del actor Brian Austin Green.
Criada en un hogar muy estricto, Megan Fox asegura que siendo niña su madre y su padrastro no le permitían tener novios ni llevar amigos a casa. De manera que pronto decidió que viviría en el hogar materno hasta que tuviera el dinero suficiente como para poder mantenerse por sí misma.
Con solo cinco años empezó a asistir a clases de danza y canto, realizando algunos trabajos como modelo a los 13. Como se apuntaba arriba, a los 15 años Fox entró en la industria del entretenimiento con la cinta Aventura en las Bahamas. Y a los 17 se mudó a Los Ángeles.
Hipersexualizada desde que se puso delante de una cámara, Fox ha hablado en muchas ocasiones del machismo de Hollywood y de cómo la trataban, todo esto antes del #MeToo. Como explicó en un programa de 2009 de Jimmy Kimmel Live!, entró a formar parte del reparto de la película Dos policías rebeldes 2 (2003) como parte de los extras de una escena en una discoteca. El problema es que la joven acababa de cumplir 15 años, así que para evitar colocar a una menor en una barra o bebiendo, Michael Bay, productor de la cinta, decidió que Fox, que solo llevaba un bikini con la bandera de Estados Unidos, tacones altos y un sombrero de cowboy, bailara bajo una cascada mientras se empapaba. “Así funciona la mente de Bay”, añadió la actriz.
Después llegarían Transformers 1 y 2 (2007, 2009) donde, según contó Fox, una de las pruebas de su casting consistió en fingir que reparaba un Ferrari del director. Y cuando preguntaba a Bay por las motivaciones de su personaje, él simplemente le respondía que fuera sexy. Cuando se rodó la primera cinta tenía 20 años.
En los medios Bay tampoco elogiaba el trabajo de Fox y aseguró en numerosas ocasiones que era una actriz “insufrible” y “complicada”. Poco antes de iniciarse el rodaje de la tercera entrega de Transformers, la intérprete le respondió comparándolo con Hitler. “Bay quiere comportarse como Hitler en los rodajes. Quiere ganarse una reputación de megalómano, es una pesadilla trabajar para él. [Pero] cuando sale del set de rodaje y no está en modo director me gusta mucho su personalidad porque es tan tímido. No tiene remedio. No tiene herramientas sociales en absoluto y resulta hasta entrañable”.
Fox fue despedida de inmediato. Bay dijo que por orden del productor de la película, Steven Spielberg, aunque este lo negó. El caso es que no tardaron en reemplazar a Fox por otra mujer explosiva: la modelo de Victoria’s Secret Rosie Huntington-Whiteley.
El coprotagonista de las películas, Shia LaBeouf, dio la razón a Fox diciendo: “Megan desarrolló una especie de fortaleza a lo Spice Girl, un empoderamiento femenino que la hacía sentir incómoda trabajando con un director que muchos consideran lascivo. Michael rueda a las mujeres con la actitud de un chaval de 16 años salido y creo que Megan nunca se sintió a gusto con eso. Cuando Mike le pedía posturas concretas, no había tiempo para ser delicado, el rodaje va muy deprisa. Y Mike no tiene ningún tacto, no tenía tiempo para pedirle cortésmente que por favor arquease su espalda 70 grados”.
La industria de Hollywood y los medios de comunicación sentenciaron a la actriz y su carrera se hundió. Y en lo personal, su debacle profesional coincidió con su boda con el actor Brian Austin Green (47) y la maternidad. La pareja se conoció en 2004 en un rodaje de la comedia Hope & Faith cuando ella tenía 18 años y él, 30. En 2010 se casaron y tuvieron tres hijos: Noah Shannon (2012), Bodhi Ransom (2014) y Journey River Green (2016).
La sequía laboral terminó cuando Fox volvió a trabajar para Bay en Las Tortugas Ninja 1 y 2 (2014, 2016). Ella alegó que lo hacía por el sueldazo que le ofrecieron. Pero lo cierto es que, después de su reconciliación, la actriz no ha dejado de trabajar: la serie New Girl (2016-2017), la docuserie Leyendas ocultas con Megan Fox (2018) y más de media docena de películas. Entre las que tiene pendientes de estreno se encuentran Midnight in the Switchgrass, un thriller donde ella y Bruce Willis interpretarán a dos agentes del FBI en busca en un asesino en serie; Aurora, un drama espacial en el que dará vida a una astronauta; la película de terror Till Death y la comedia Big Gold Brick.
Para rematar en 2020 Fox se divorció definitivamente de Brian Austin Green, pues ya se habían separado en un par de ocasiones: una antes de casarse, en 2009, cuando rompieron su compromiso, y la otra en 2015. Poco después de protagonizar el videoclip de su canción Bloody Valentine, la actriz hizo pública su relación con el rapero Machine Gun Kelly (31).