La leyenda del básquetbol estadounidense LeBron James dio el sábado a las 16h00 locales (14H00 GMT) la salida de la edición del centenario de las 24H de Le Mans.
Hasta 300.000 espectadores están presentes en el circuito Bugatti, que colgó el cartel de “todo vendido”, en la mítica prueba de resistencia, cuya primera edición se remonta a 1923.
Toyota sigue siendo el gran favorito en la prueba más mítica de las carreras de resistencia tras haber ganado las últimas cinco ediciones. Esta temporada ha ganado además en Sebring, Portimao y Spa, las tres primeras pruebas del Mundial de resistencia WEC, cuyo punto álgido es Le Mans.
Uno de los nuevos rivales de los constructores japoneses es Ferrari, que regresa a la mítica prueba tras 50 años de ausencia. Lo hizo además asegurando la ‘pole position’ en la clasificación del viernes, pero el vencedor la edición pasada, el Toyota N.8, se hizo con el liderato poco después de la salida del sábado.
“Estamos encantados de tener competencia por fin”, dijo Pascal Vasselon, director técnico de Toyota.
Cuando el vencedor vea la bandera de cuadros a las 14h00 GMT del domingo, habrá cubierto para entonces más de 5.000 kilómetros, prácticamente la distancia que separa París de Nueva York.
La meteorología añadirá más interrogantes a la edición de este año, con tormentas, fuertes ráfagas de viento y lluvia presentes en la región hasta la noche del domingo, según las previsiones.
En total, 62 coches estaban presentes en la salida de la carrera: además de los 16 Hypercars, 24 participaban en la categoría LMP2 (prototipos más estandarizados y menos rápidos) y 21 en LMGTE Am (pilotados por amateurs asociados a profesionales). También está presente un coche “innovador”, conducido por el campeón del mundo en Fórmula 1 de 2009, el británico Jenson Button.