El Big Papi agradeció al presidente Luis Abinader por enviar a la ceremonia una comitiva que encabezó el ministro Francisco Camacho
¡Tamo’ aquí mi gente! Con esta frase, David Ortiz, inmortal del béisbol de las Grandes Ligas, inició su discurso en la ceremonia de exaltación al Salón de la Fama de Cooperstown.
La leyenda del bate y la pelota dijo que su propia historia puede servir de inspiración a muchos, de que los que luchan por sus sueños pueden lograrlos.
“Los sueños se pueden cumplir”, afirmó Ortiz, al indicar que durante toda su carrera se ha mantenido fuerte “y con los pies en la tierra”.
Ortiz agradeció al presidente Luis Abinader por enviar la misión que asistió al acto, la que está encabezada por el ministro de Deportes, Francisco Camacho.
El presidente Abinader está muy ocupado en su tarea de trabajar por el país y por eso no pudo estar aquí, pero envió una delegación que representa al Gobierno y a la República Dominicana, expresó el Big Papi en su discurso.
Abinader, a través de un mensaje en su cuenta de Twitter, felicitó al cuarto dominicano en llegar a Cooperstown.
“Querido David Ortiz, hoy es un día muy especial, no solo para tu familia, sino para todos los que te queremos. Hoy el pueblo dominicano está contento y orgulloso con tu entrada al Salón de la Fama de Cooperstown. ¡Muchas felicidades Big Papi!”, escribió Abinader.
En su discurso, Ortiz también agradeció a su familia, en especial a sus padres que lo educaron con mucho esfuerzo y amor.
“Mi papá y mi mamá, sin poder, se fajaron para salir adelante conmigo y mis hermanas”, recordó el toletero.
Ortiz rememoró que su padre Américo Enrique Ortiz, presente en la ceremonia, le regaló un guante y un bate cuando era niño.
Ante miles de personas, muchas de ellas dominicanas, Ortiz dejó aflorar sus emociones y destacó que sus progenitores se sacrificaron para garantizarle educación.
El exjugador agradeció a la Major League Baseball (MLB) por el apoyo durante su carrera en el terreno.
Calificó al exlanzador Pedro Martínez, quien fue compañero de equipo en los Medias Roja de Boston, como un hermano al que ama mucho.
Martínez, Vladimir Guerrero y Juan Marichal, miembros del Salón de la Fama, estaban entre el grupo de inmortales invitados.
El Big Papi también dirigió su agradecimiento a los aficionados que siempre lo han respaldado en su carrera profesional.
Dirigiéndose al público en inglés y español, “para que mi gente me entienda”, el exjugador no pasó por alto la belleza de la República Dominicana al recordar que está llena de playas hermosas y destacar la alegría de su gente.