San Cristóbal.- El lanzador de Grandes Ligas Framber Valdéz, cumplió una promesa que hizo antes de llegar a Las Grandes Ligas de que si daba ese gran paso aportaría a su comunidad y construiría la iglesia.
En un vídeo se ve al propio joven pelotero mezclar cemento.
A los 14 años, comenzó a asistir a una iglesia local que estaba hecha de madera, con partituras rotas, sillas rotas y un piso de tierra que estaba enmohecido por los daños causados por el agua.
En medio de la miseria, le prometió a su amigo, mentor y pastor, que algún día llegaría a las ligas mayores y retribuiría a la comunidad de manera tangible.
Valdez concibió los planos y está inmerso en cada detalle, desde las columnas hasta las puertas y las ventanas, con el objetivo de completar la iglesia antes del Año Nuevo.
Cuando se hayan girado los tornillos finales y se haya martillado el último clavo perdido, habrá gastado alrededor de 2 millones de pesos dominicanos de su propio dinero en el proyecto.
Las raíces de Valdez están profundamente arraigadas en una comunidad rica en tradiciones para el béisbol. Francisco Liriano, Iván Nova, Franmil Reyes, Juan Uribe y José Uribe se encuentran entre los otros jugadores de Grandes Ligas que crecieron en la misma zona de la provincia de San Cristóbal.
Valdez apenas pensó en las Grandes Ligas cuando era joven, hasta que vio algunos juegos en la televisión y de repente se dio cuenta de que su compatriota Pedro Martínez era un modelo a seguir que valía la pena emular.