TEL AVIV (Sputnik) — La utilización de partículas de metal para otorgar a los tejidos diferentes propiedades ha cobrado impulso en los últimos años en Israel y sus aplicaciones antivíricas colocan esta tecnología en un lugar preeminente en la batalla contra el coronavirus.
“Ciertos metales como el oro, cobre y zinc tienen cualidades antisépticas, es decir, las bacterias y virus mueren al entrar en contacto con el metal, esto se intuía desde la antigüedad, y hoy en día en los laboratorios usamos placas de cobre sobre las mesas de trabajo, por ejemplo”, explicó a Sputnik la bióloga Liza Hersch.
La industria médico textil utiliza ahora ese conocimiento, que era general e intuitivo en el pasado, y ahora es específico y preciso, para intentar evitar los contagios de la pandemia presente y de las futuras.
“Nuestros tejidos contienen una fibra de algodón en las que son introducidas partículas de cobre a una gran velocidad, de entre 6.000 y 15.000 bits por segundo a través de ondas de ultrasonido”, explicó a Sputnik Jeff Gabbay, un ingeniero textil israelí y bioquímico especializado en infectología, dueño de la fábrica Argaman, en Jerusalén.
Antes de la pandemia fabricaban batas y sábanas sanitarias, pero con el brote de COVID-19 Gabbay dijo que lo dejaron de lado para centrarse en la fabricación de mascarillas y guantes. “El resultado es un tejido que protege a la persona y a las de su alrededor porque se autoesteriliza”, añadió.
Zinc
Por su parte el fabricante de tejidos Sonovia, con sede en la ciudad de Ramat Gan, ha creado mascarillas antivirales reutilizables que están recubiertas de nanopartículas de óxido de zinc que, según sus inventores, destruyen bacterias, hongos y virus.
Explican que su método de recubrimiento hace que la mascarilla sea reutilizable durante más de un año, con una duración de hasta 100 ciclos de lavado.
“La tecnología que usamos inyecta óxido de metal en las telas, y el óxido de metal es en realidad un agente antimicrobiano”, explicó Jason Migdal, microbiólogo investigador de la empresa.
Las pruebas realizadas hasta el momento demuestran que este tipo de textiles funcionan contra seis tipos de bacterias, y algunas cepas de gripe, incluyendo SARS-CoV-2, según indica el microbiólogo.
Hasta ahora los ensayos con estas telas mostraron que su capacidad para neutralizar el nuevo coronavirus está en el 99,35%, en pruebas realizadas por el laboratorio autorizado por la Unión Europea Hygcen de Austria y el laboratorio Microspectrum de Shangai, China.
Polvos que protegen de cualquier superficie
La firma israelí de nanotecnología NanoSono ha inventado una pintura hecha con polvo de diferentes metales antibacterianos patentados, entre ellos oro y zinc, que mata las bacterias con la que entra en contacto, según el fabricante.
El recubrimiento está pensado para ser usado en telas para los sillones del transporte público, pero también para las superficies interiores de los vehículos, por ejemplo, y en mobiliario y ropa de hospitales, así como en la fabricación máscaras.
Los metales se alojan en pequeñas estructuras llamadas puntos que están dispuestas a lo largo y ancho de la superficie de una máscara o pared cubierta con pintura producida por esta empresa y son ellos los que matan a las bacterias y virus que caen sobre ellos.
El gerente de la compañía, Ronen Sarusi, indicó a los medios locales esta semana que su recubrimiento cerámico, ya probado y demostrado como eficaz para diferentes bacterias y varios virus, está siendo testado para el COVID-19, y que en pocas semanas esperan obtener los resultados definitivos.
Fuente: Sputnik