El glaucoma es una enfermedad que afecta el nervio óptico, que se produce cuando se pierden fibras nerviosas del ojo. El 50% de los casos cursan con una elevada presión intraocular. El glaucoma puede producir pérdida irreversible de la visión periférica, y en otros casos pérdida total de la visión central.
En la República Dominicana el glaucoma es la segunda causa de ceguera en niños, pues existe, como en todas Las Antillas, un factor genético de riesgo, “por lo cual toda persona con antecedentes familiares de glaucoma o ceguera debe hacerse un examen oftalmológico anual”.
Así aborda el tema la doctora Cristina Yermenos de Sella, especializada en Cataratas y Glaucoma del Adulto, Congénito e Infantil, de Hospiten Santo Domingo, al celebrarse la semana Mundial del Glaucoma, del 10 al 16 de marzo.
La profesional de la salud asegura que mantener una vida sana, no fumar, ejercitarse, comer saludable para evitar el sobrepeso, que puede llevar a padecer de hipertensión arterial y diabetes, y hacerse un examen anual por un oftalmólogo para determinar la enfermedad en niños, jóvenes y adultos, son las mejores formas de prevención.
“El Glaucoma Primario de Ángulos abiertos no tiene una cura definitiva, además, la visión que se pierde no se puede recuperar, por tanto, el tratamiento que se hace se dirige a detener la enfermedad y evitar la progresión de pérdida visual”, precisó Yermenos de Sella.
Explicó que las personas mayores de 40 años son más propensas a padecer de glaucoma, “igual que los afroamericanos, los hipertensos arteriales, los diabéticos, los pacientes que sufren de migraña y los fumadores, tienen alto riesgo de padecerlo”.
Yermenos de Sella indicó que el glaucoma se puede detectar en varias etapas de la vida desde el nacimiento, el llamado glaucoma congénito en los primeros años de vida, también glaucoma infantil, y en adolescentes se denomina glaucoma juvenil.
Los niños al nacer -puntualizó- deben ser vistos por un oftalmólogo pediátrico que pueda identificar la presencia de la enfermedad, y desde los 2 años deben tener un examen oftalmológico anual preescolar.
“El oftalmólogo especializado hará un examen, que incluya visualizar el nervio óptico por el método de oftalmoscopia, y de ser necesario, hará una tomografía de coherencia óptica del nervio óptico, tomará la presión intraocular y observará las características anatómicas del ángulo en la cámara anterior del ojo, con fines a determinar si hay alguna dificultad en el drenaje del humor acuoso”, manifestó Yermenos de Sella.
Dijo que existen tratamientos médicos consistentes en gotas para disminuir la presión intraocular y generalmente se aplican de por vida.
“Pero cuando los tratamientos médicos con gotas y con láser no detienen la enfermedad, y continúa su avance en el daño al nervio óptico, pérdida del campo visual y elevación de la presión intraocular, se puede recurrir al recurso quirúrgico, cuyas técnicas varían según el caso y la severidad de éste, desde cirugías tradicionales de drenaje, hasta implantación de microdispositivos de drenaje”, explicó la especialista.
Sin embargo, dijo que, para el glaucoma primario de ángulos abiertos en casos incipientes con daño leve al campo visual y el nervio óptico, se puede hacer tratamiento de trabeculoplastia selectiva con láser, que es la aplicación de láser de pulso al área de drenaje del humor acuoso.
En el glaucoma de ángulos estrechos y factibles a cierre angular, explicó la profesional, se puede aplicar láser YAG o de neodimio, para producir una apertura en la iris periférica, mejorando así el drenaje del humor acuoso y que haya mejor control de la presión intraocular.