Nuestra Belleza Latina fue por muchos años uno de los shows más exitosos de la televisión hispana. El concurso de belleza salió al aire por primera vez en 2007 con la conducción de Giselle Blondet, quien se encargó de animar la competencia durante sus primeras temporadas.
“Para mí era mágico, era el sueño de mi vida, lo que a mí me gusta, era como que estar con el público y estar con las chicas y apoyarlas. La gente decía que yo me había vuelto loca, primero por dejar Despierta América y segundo por estar al lado de unas chicas que todas decían ‘esas te van a quitar el trabajo, esas son las que te van a quitar el trabajo a ti’, Y mira, ¿sabes qué? Que me lo quiten porque es que hay un lugar, un día y una hora para todo el mundo, entonces yo no puedo basar mis decisiones y mi vida por el miedo a que alguien venga a quitarme el trabajo”, declaró recientemente la presentadora puertorriqueña en el pódcast de Rodner Figueroa, ‘Cara a cara con Rodner’.
“Yo me siento superorgullosa de todo lo que hacen mis reinas”, expresó la ahora animadora del programa de Telemundo La mesa caliente, “porque las mías y las que no son mías son mías”.
“Me preocupo mucho cuando las veo, siempre estoy pendiente, me comunico con algunas de ellas a veces a través del Instagram, me gusta cuando me escriben. Aleyda [Ortiz], por ejemplo, que no tiene nada que ver conmigo porque ella no estuvo en mi temporada, es como si fuera mía. Yo estoy pendiente a ella, me gusta que tenemos esa conexión donde ella me pregunta las cosas, las consulta, Greidys [Gil], todas. Para mí esa es una experiencia que ha sido tan y tan linda. Yo salgo a la calle, ha pasado mucho tiempo y bueno después Alejandra [Espinoza] hizo un excelente trabajo como animadora de Nuestra Belleza Latina, pero yo quiero decirte que yo salgo a la calle y la gente me sigue presentando a sus hijas y qué yo opino y que si ella puede ser Nuestra Belleza Latina“, dijo.
Blondet reconoció que para ella fue “muy duro” tener que abandonar en su día el proyecto.
“Sí, muy duro”, se sinceró. “Tanto que yo no sé si la gente sabe; Nelson, que en paz descanse, que se convirtió en el productor ejecutivo de ese show, cuando ya yo no estoy nosotros veíamos el show juntos en el teléfono y yo le daba mi opinión de las cosas y yo le decía ‘esto me encantó lo que hiciste, tú qué crees si haces esto o lo otro’. Mi mamá [decía] ‘yo sabía que mi hija era loca, se lo dije que iba a perder ese trabajo y después ella viene y ahora también le da consejos'”, compartió. “Yo pienso que uno está donde uno tiene que estar y pues me pasó eso.
No fue una experiencia agradable porque para mí eso era como mi bebé, fue un experimento que hicimos todos juntos. Pero no sé, yo a través de Nelson y nuestras conversaciones vivía eso y me gustaba cuando las cosas quedaban bien, y después pude hacer otras cosas, hice cosas diferentes”, señaló.
“Siempre aprendes de los cambios, te vaya bien o te vaya regular con una decisión que tú hayas tomado uno siempre aprende. Pero en este caso una de las cosas que uno tiene que aprender y darse cuenta que uno no lo puede controlar todo, entonces lo que no está en tus manos, lo que tú no puedes controlar tienes que fluir y tienes que decir ‘no puedo hacer nada, voy a lo próximo, qué es lo que yo voy a hacer, hacia dónde voy’, y a veces nos hacen hasta un favor”, aseveró.