En el marco del Mes de la Patria, la Presidencia de la República, a través de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias, celebró un solemne acto por el Bicentenario del natalicio del prócer Ulises Francisco Espaillat, quien nació un 9 de febrero de 1823.
La caminata ceremonial inició a las 9:30 de la mañana, hasta el Altar del Panteón, seguido del depósito de ofrenda floral, ritual en la llama votiva y la entonación del Himno Nacional. Al acto se dieron cita descendientes directos del presidente Ulises Espaillat, ciudadanos que admiran al homenajeado y personalidades de la vida nacional.
Juan Pablo Uribe, presidente de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias, al pronunciar la apología de la vida y obra de Ulises Francisco Espaillat, destacó que si hay una pauta existencial a seguir para darle sustancia y sentido a la condición de servidor público, en un contexto de complejidad y desvalorización, como es el siglo veintiuno, en el que concurre el reclamo por hombres meritorios, capaces de ejemplarizar desde la función pública, ese es, Ulises Francisco Espaillat.
Continuó diciendo que si hay un modelo de hombre público que llega al Estado con la convicción hecha práctica de servirles a sus conciudadanos con honradez, transparencia, humildad y laboriosidad, ese es Ulises Francisco Espaillat.
Uribe sentenció “En este dominicano excepcional se da la condición del héroe restaurador y el pensador de ideas democráticas, justicieras y nacionalistas que enfrentó la traidora anexión de la República a España (1861), y al hacerlo luchó contra el imperio español durante la Guerra de la Restauración (1863-1865), llegando a ser vicepresidente del gobierno restaurador”.
Finalmente, señaló que su expresión configurativa patriótica, política, moral y pedagógica, “Nos llena de orgullo dominicanista. Porque lo valioso de esta celebración, entre otros elementos, es que cada ciudadano la pueda ver con verdadero interés personal y colectivo; que cada dominicano la asuma en su espíritu patriótico, como lo ha hecho cotidianamente con su capacidad inagotable y transparencia en el trabajo el presidente Luis Abinader, para defender y fortalecer la soberanía nacional, la integridad territorial, la integridad demográfica, la justicia social y la dominicanidad”. Afirmó que es momento de imitar a Espaillat.
Coherente y decoroso
El prócer civilista fue objeto de la represión y el encarcelamiento por parte del gobierno entreguista y corrupto de Buenaventura Báez, pero desde el compromiso patriótico se erigió dignamente para ser presidente de la República desde el 29 de abril, al 5 de octubre de 1876. Un gobierno breve, 5 meses y 5 días, pero profundo y democráticamente hermoso en su praxis e intencionalidad para todos los ámbitos de la vida nacional.
En el mismo quedó patentizado la feroz oposición entre el ideal liberal duartiano encarnado en el presidente Espaillat y el brutal pragmatismo autoritario, premoderno y patrimonialista de los adversarios.