El boliviano Marco ‘El Diablo’ Etcheverry fue una de las seis personalidades que ingresaron el sábado en el Salón de la Fama del fútbol estadounidense.
Etcheverry, de 51 años, jugó seis temporadas en el D.C. United (1996-2003) convirtiéndose en una de las grandes glorias de la historia de la liga de fútbol norteamericana (MLS).
“Siempre digo que tienes que vivir tu sueño y completarlo”, dijo Etcheverry en la ceremonia de ingreso a la institución, celebrada en el Toyota Stadium, hogar del FC Dallas de la MLS.
“Para mí es un orgullo poder llegar hasta donde estoy y recibir el máximo reconocimiento a mi carrera”, agradeció. “Ahora puedo morir feliz después de recibir este honor”.
Etcheverry fue elegido en 2020 como uno de los mejores 25 futbolistas de la historia de la MLS, competición de la que fue MVP (Jugador Más Valioso) en 1998 y en la que alzó tres campeonatos en 1996, 1997 y 1999.
Con su selección, este talentoso mediapunta fue pieza clave para que Bolivia clasificara al Mundial de Estados Unidos en 1994, su primera presencia mundialista desde 1950.
Junto a Etcheverry también ingresaron en el Salón de la Fama los ex jugadores Clint Dempsey, Shannon Boxx, Linda Hamilton y Christie Pearce Rampone y el ex árbitro Esse Baharmast.
La antigua estrella de la selección femenina Hope Solo también debía ser parte de la ceremonia pero solicitó posponer su ingreso al Salón de la Fama hasta 2023 debido a su entrada en un programa para el tratamiento de problemas de alcohol.
La ex arquera, ganadora del oro olímpico en 2008 y 2012 y del Mundial de 2015, fue arrestada en marzo por conducir en estado de embriaguez y posteriormente se internó en un programa de rehabilitación.