Al parecer, el cambio de silla: de una roja a otra negra en el salón donde se celebraron las vistas públicas del Consejo Nacional de la Magistratura, le dio suerte al magistrado José Alejandro Vargas Guerrero, tal como había esperado el jueves pasado durante su reciente participación en el Palacio Nacional, donde se postulaba para ocupar una de las vacantes en el Tribunal Constitucional.
Y es que los miembros del Consejo, luego de depurar a 63 participantes, lo escogieron como unos de los nuevos jueces que ocuparán el Tribunal Constitucional a partir del próximo martes 26 de enero del presente año, día en el que será juramentado en esa posición.
El magistrado Vargas Guerrero ha alcanzado notoriedad por su buen humor y jococidad a la hora de dictar sentencias. Ha sido juez de primera instancia por más de 15 años.
En diciembre pasado dictó la sentencia del caso Anti Pulpo, donde envió a prisión preventiva al hermano del expresidente Danilo Medina, Juan Alexis Medina y otros cinco implicados en un supuesto entramado de corrupción que desfalcó al estado con casi cinco mil millones de pesos, según el expediente de la Procuraduría Especializada de la Persecución a la Corrupción Administrativa (Pepca).
Hace una semana declaró inadmisible el archivo definitivo de varios expedientes en el caso Odebrecht, al indicar que la gestión de Jean Alain Rodríguez al frente de la Procuraduría General de la República no completó los procedimientos correspondientes para que llevar a cabo ese archivo.
Vargas Guerrero ya había participado en otras vistas públicas sin lograr ser escogido, en su reciente participación se mostró esperanzado en que los consejeros lo tomaran en cuenta para esta posición.
El Tribunal Constitucional es el “intérprete supremo de la Constitución”, tiene encomendadas funciones de control de constitucionalidad de las leyes, de tutela de los derechos fundamentales y libertades públicas de los ciudadanos. El TC asegura que cualquier normativa que se dicte se enmarque en los límites constitucionales.