Debido a una condición genética que provoca esterilidad, el rumiante iba a ser sacrificado antes de que una pareja lo rescatara en 2018.
Jenna, una vaca lechera que vive en una granja santuario sin fines de lucro en el estado de Virginia (EE.UU.), no puede comenzar su mañana sin que su dueño, Ryan Phillips, le dé un abrazo de buenos días, por lo que todos los días hace ruido desde la ventana de la cocina hasta recibirlo, reporta Fox.
En el video compartido en la cuenta de Facebook de la granja, llamada ‘Vida con cerdos’, se observa la rutina matutina de la vaca: aproximarse a la ventana de la cocina y mugir hasta que Phillips la abrace y la acaricie. “Jenna realmente ama a su padre. A veces se impacienta por que salga, así que le llama desde la ventana”, se puede leer en los comentarios que acompañan la publicación.
Debido a que nació como melliza, Jenna padece del síndrome de Freemartin, una anomalía genética que produce infertilidad, por lo que iba a ser sacrificada. Sin embargo, a los tres días de nacida fue rescatada por Phillips y su esposa Mallory Sherman en el año 2018.
“Jenna me trata como si fuera su mejor amigo y me vio como si fuera su madre cuando era pequeña porque le traía y le daba biberones. Me golpeaba en la barriga para intentar que saliera más leche”, comentó Phillips.
“Continuamos teniendo un vínculo que resulta en que ella muge por mí y necesita abrazos matutinos, así como mucho tiempo juntos durante el día, y abrazos de buenas noches y rasguños también. Somos realmente los mejores amigos”, agregó el granjero.
Fuente: RT