Elon Musk asegura Twitter está a punto de obtener beneficios pese a caótica gestión; la red social necesitará algo más para ser rentable

Elon Musk asegura Twitter está a punto de obtener beneficios pese a caótica gestión; la red social necesitará algo más para ser rentable

Elon Musk va a cumplir 6 meses al frente de Twitter, un período convulso en el que no es de extrañar que los empleados de la compañía se hayan sentido gobernados por un agente del caos.

El acuerdo de adquisición al que llegó Musk por valor de 44.000 millones de dólares se ha saldado con el despido o la demisión de la mayoría de directivos de la red social, una drástica reducción del número de trabajadores de la empresa (pasando de cerca de 8.000 a unos 1.500), el éxodo de los principales anunciantes y numerosas demandas judiciales.

Pero… ¿ha funcionado?.

El “líder” de la plataforma declaró este martes a un periodista de la BBC que, aunque “el nivel de malestar ha sido extremadamente alto” desde que él asumiese el cargo, la situación financiera de la compañía se encuentra “más o menos en equilibrio”. Si hubiera seguido su trayectoria anterior, Musk calcula que a Twitter le quedaban 4 meses para quedarse sin efectivo.

Es difícil determinar qué significa “más o menos en equilibrio”, puesto que Twitter ahora es una empresa privada y no está obligada a publicar sus resultados financieros. Pero, si las afirmaciones de Musk son verídicas, el multimillonario podría percibir la mejora de las cuentas como una validación de su caótica estrategia y de su convicción de que Twitter estaba sobredimensionada.

Sin embargo, lograr que la red social obtenga beneficios de forma sostenible es otro cantar.

Cómo ha contribuido el caos a que Twitter alcance el umbral de rentabilidad

Antes de que Musk completase la compra de la plataforma el pasado 27 de octubre, el estado financiero de la compañía no pasaba por su mejor momento. 

En 2021, el último año completo antes de que se cerrase la adquisición, la tecnológica registró unas pérdidas netas de 222,4 millones de dólares (unos 203 millones de euros), con unos ingresos de 4.640 millones de euros. La situación mejoró con respecto a 2020, año en el que Twitter perdió más de 1.000 millones de euros, pero ambas cifras demuestran sus problemas para lograr obtener rentabilidad.

Según Musk, lo que necesitaba la empresa era un enfoque “extremadamente duro”. Por lo tanto, el empresario aplicó varios recortes de plantilla que han reducido el número de empleados de Twitter más de un 80%. Musk sostiene que ha sido un viaje complicado, pero que la organización ya está casi operativa.

Musk también indicó a la BBC que, para ahorrar costes, Twitter ha reducido el número de centros de datos que utiliza, pasando de 3 a 2, y ha introducido mejoras en su algoritmo para disminuir su demanda de potencia de cálculo. 

Además, el multimillonario dio a entender que el miedo a que los principales anunciantes de la red social la abandonasen permanentemente era exagerado, alegando que la mayoría de ellos han regresado o han confirmado que lo harían, manteniendo así relativamente intacta la fuente de ingresos más importante de Twitter. 

“Que Disney se sienta cómoda anunciando películas infantiles y Apple se sienta cómoda anunciando iPhone son buenas señales de que Twitter es un buen lugar para anunciarse“, expresó durante la entrevista.

Hasta ahora, Musk ha demostrado que una política agresiva de recortes no era capaz de acabar con Twitter. De hecho, otros CEO del sector tecnológico parecen haber seguido su ejemplo y han recortado hasta el 10% de sus plantillas.

Pero el caos no le servirá para obtener beneficios

El fundador de Tesla y SpaceX no puede seguir aplicando recortes de manera indefinida y va a tener que encontrar formas sostenibles de hacer que Twitter sea rentable (y poder pagar así los plazos de la deuda que contrajo para poder comprar la red social).

Esos planes a largo plazo parecen cada vez más inestables. 

Una iniciativa clave que el empresario está tratando de poner en marcha es Twitter Blue, un servicio de suscripción por medio del cual los usuarios pagan una cuota mensual para obtener el tic azul que hasta ahora indicaba que una cuenta pertenecía a una personalidad relevante.

Por ahora, la aceptación de este nuevo servicio parece estar siendo más tibia de lo esperado. A principios de abril, Bloomberg publicó que solo el 4% de los usuarios que han visitado la web en la que se detalla en qué consiste la suscripción de Twitter Blue acabaron pagando por ella.

Otro problema, probablemente el más importante: Musk no parece tener claro cuál quiere que sea la función real de Twitter.

Un ejemplo sería la decisión que ha tomado la compañía de bloquear los “me gusta” y los “retuits” de las publicaciones que enlacen a la plataforma Substack. Si Twitter quiere posicionarse como la plataforma de “lo que está pasando”, bloquear fuentes de información no parece lo más recomendable. 

Esta decisión ha terminado por alejar a algunos creadores de contenido, entre ellos, el que en su día fuese aliado de Musk, Matt Taibbi, que no ha tuiteado en su cuenta personal desde el pasado 7 de abril.

En relación a esto, el CEO de Twitter ha adoptado una postura agresiva contra los medios de comunicación, especialmente aquellos que podrían catalogarse como progresistas, y ha etiquetado a determinados medios, como NPR o la BBC, como: “Afiliado al Estado”. 

NPR ha calificado esta etiqueta como “falsa” y ha tomado la decisión de abandonar Twitter a pesar de que su cuenta principal cuenta con cerca de 9 millones de seguidores. Musk también ha decidido suprimir el tic azul de la cuenta del New York Times,después de que el medio de comunicación se mostrase contrario a pagar una cuota mensual por obtener una verificación oficial.

El multimillonario defendió durante la entrevista con la BBC que el tiempo que pasan todos sus usuarios en Twitter se encuentra en su punto más alto de la historia, habiendo superado recientemente los 8.000 millones de minutos al día. Una cifra a tener en cuenta en un mundo en el que Twitter compite con todo tipo de alternativas para captar la atención del usuario, desde TikTok a Netflix.

Aun así, si Musk quiere que Twitter obtenga beneficios de forma constante, necesita conseguir que los usuarios vuelvan a la plataforma a largo plazo. Si el caos continúa, no lo conseguirá.

Fuente: Business Insider