Mientras el público revisa el feed de Twitter de Elon Musk en busca de pistas sobre cómo el empresario multimillonario tiene la intención de administrar la plataforma de redes sociales que está comprando por US$ 44.000 millones, se destaca un tuit misterioso: “autenticar a todos los humanos reales”.
Esa propuesta críptica es lo suficientemente vaga como para hacer que la gente se ponga a adivinar lo que Musk tiene en mente, pero lo suficientemente específica como para ofrecer varios caminos posibles mientras busca moldear Twitter más a su gusto.
Por ejemplo, Musk podría buscar exigir nombres reales en las cuentas. O tal vez puede continuar permitiendo seudónimos pero requerirá una identificación con foto o la integración con servicios de terceros donde los usuarios ya son conocidos.
Dependiendo del resultado, el plan podría tener grandes ramificaciones para los cientos de millones de usuarios de Twitter.
El impulso de Musk para “autenticar” a los usuarios de Twitter se deriva de una de sus mayores molestias con la plataforma: las cuentas de spam, particularmente aquellas que promueven las estafas de criptomonedas. A menudo no es difícil encontrar estas cuentas al acecho en las respuestas a los tuits de Musk; muchos incluso intentan beneficiarse con su celebridad y atraer a los desprevenidos haciéndose pasar por él.
No ayudó que en el verano de 2020, la cuenta verificada de Musk se vio afectada por un hackeo generalizado de Twitter que llevó a usuarios, incluidos el expresidente Barack Obama y Kanye West, a difundir inadvertidamente una estafa de bitcoin. Musk ha dicho que los bots de spam de criptomonedas representan el “problema más molesto” de Twitter.
El diagnóstico de Musk puede reflejar las experiencias de un tipo de usuario muy particular, pero sucede que este usuario pronto controlará el diseño de la plataforma. Como parte de su solución para luchar contra los bots de criptomonedas, Musk quiere que sea más fácil separar las cuentas reales de las falsas bajo su propuesta de “autenticar a todos los humanos reales”.
Por: Brian Fung.