La aplicación de mensajería Snapchat eleva el poder y la magia de la Cámara de Snap a un nuevo nivel y ha puesto a disposición de los usuarios a Pixy.
Pixy es una cámara voladora de bolsillo que vuela libremente y se adapta a las aventuras grandes y pequeñas.
Con tocar un botón, Pixy vuela en cuatro vías de vuelo preestablecidas. Puede flotar, orbitar y seguirte donde quieras, sin un controlador o configuraciones. Y, Pixy encuentra su casa en la palma de su mano, aterrizando suavemente al final del vuelo.
Pixy es una compañera de Snapchat. Los vídeos de los vuelos se transfieren y se guardan de forma inalámbrica en los Recuerdos de Snapchat de forma gratuita.
Desde ahí, usa las herramientas de edición, Lentes y Sonidos para personalizar lo que gravas. Con algunos toques, puedes recortar automáticamente en el retrato y aplicar versiones inteligentes rápidas, como Hyperspeed, Bounce, Orbit 3D y Jump Cut. Luego compártelos en el Chat, Stories, Destacados o cualquier otra plataforma.
Incluye 16 GB de espacio de almacenamiento, lo que asegura que pude almacenar una buena cantidad de vídeos y fotos: 100 y 1.000 de cada uno de ellos, según el propio fabricante.
Importante hay que comentar que no es capaz de grabar audio, por lo que esta limitación se debe tener en cuenta.
No le falta conectividad WiFi y Bluetooth con una batería de 860 mAh para usar el dron hasta ocho vuelos seguidos, empleando las cuatro opciones predeterminadas de uso que tiene (este componente es intercambiable). Un producto curioso que no incluye estabilizador ni resistencia al agua.
Pixy está disponible para la compra hoy en Estados Unidos y Francia, hasta fin de existencia, por 229,99 dólares.