El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) realizó un diálogo de alto nivel en el marco de la 37ª reunión de los Gobernadores de los países miembros del BID del Istmo Centroamericano y la República Dominicana, que se realizó el 5 y 6 de febrero en Antigua, Guatemala. El encuentro con los ministros de finanzas y economía de la región se realizó en preparación a las Reuniones Anuales del BID y BID Invest, que tendrán lugar del 6 al 10 de marzo en República Dominicana.
Las sesiones de trabajo, lideradas por el presidente Ilan Goldfajn y en las que participaron expertos del BID, evaluaron el actual contexto regional, los desafíos a los que se enfrenta la región e identificaron opciones de política que permitan responder a estos retos. El encuentro es un espacio de diálogo con los ministros de la región sobre las prioridades que deben guiar la agenda de desarrollo de los próximos años y cómo la institución multilateral puede profundizar su apoyo a los países en financiación, conocimiento y asistencia técnica.
El presidente Goldfajn también presentó ante las máximas autoridades económicas del Istmo Centroamericano y la República Dominicana un nuevo programa regional llamado “América en el Centro”, que busca atender los retos comunes que enfrenta la región y responde a un pedido de los Gobernadores.
“América en el Centro” tiene tres pilares: productividad e integración económica, adaptación y resiliencia climática, y desarrollo social de los jóvenes. Persigue movilizar la experiencia y recursos de otros donantes y del sector privado, así como establecer un grupo técnico con representantes de los ministerios de hacienda o tesorería de la región, con el objetivo de supervisar el progreso y los resultados.
“Este nuevo programa tiene como objetivo fomentar la integración regional y fortalecer el desarrollo social, el crecimiento inclusivo y la resiliencia de los países de Centroamérica y la República Dominicana, y se apalanca en recursos de donantes y el sector privado”, dijo el presidente del BID.
Una economía resiliente, pero con retos
Además, el presidente Goldfajn destacó la resiliencia demostrada por la economía centroamericana frente a desafíos externos, pero recordó que existen retos estructurales a los que hacer frente.
A pesar del crecimiento de la última década, el Istmo Centroamericano y la República Dominicana siguen teniendo disparidades sociales y altas tasas de pobreza en algunos países. Sus retos incluyen una productividad estancada, que resulta en un sector exportador altamente dependiente de unos pocos productos básicos, y baja inversión, con una brecha de infraestructura que supera el 50% del PIB frente al 30% regional. Por otro lado, alrededor del 30% de la población es joven, una proporción más alta que la de América Latina y el Caribe.
Ante esto, el presidente Goldfajn añadió que “el Istmo Centroamericano y la República Dominicana, al igual que el resto de los países de América Latina y el Caribe, son hoy parte de la solución a los problemas mundiales. La región ofrece importantes oportunidades en áreas como el medio ambiente, cambio climático, diversidad, inversión extranjera directa y fuentes de energías renovables”.
Impacto en el desarrollo de la región
Los países del Istmo Centroamericano y la República Dominicana recibieron en 2023 financiamiento del Grupo BID por US$4.700 millones para los sectores público y privado, lo que ha permitido fortalecer el impacto en el acceso a los servicios públicos, educación, seguridad ciudadana, apoyo a pequeñas y medianas empresas (pymes), resiliencia al cambio climático e integración regional.
Entre 2020 y 2022, gracias al apoyo del Grupo BID cerca de 2,5 millones de estudiantes se beneficiaron de proyectos educativos, más de 10 millones de personas acceden a mejores servicios de salud y casi 300.000 hogares tienen mejores servicios de agua y saneamiento y energía. Además, se han construido y/o mejorado más de 600 kilómetros de carreteras, lo que fortalece la integración regional, el comercio y el tránsito de personas y cargas.
En 2023 BID Invest apoyó inversiones de impacto y movilizó recursos del sector privado en áreas como infraestructura resiliente, energía limpia, conectividad digital, turismo sostenible, el fortalecimiento del tejido productivo y el empleo, especialmente en pymes y sus cadenas de distribución, además de la facilitación del comercio exterior.
Por su lado BID Lab, el laboratorio de innovación de la institución, concentró sus esfuerzos en la inclusión financiera de grupos vulnerables, la digitalización de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipyme) y en fomentar tecnologías e innovaciones en áreas como salud, modelos de negocio basados en la naturaleza, servicios esenciales de infraestructura, resiliencia climática, economía circular y economía plateada.