Si alguien ha superado adversidades en los temas del corazón esa es Rashel Díaz. De hecho, la cubana no tiene reparo en aceptar que sus pasadas relaciones no fueron muy sanas. “Yo tuve matrimonios en donde Dios no estaba y fueron un fracaso”, confiesa la otrora presentadora de televisión.
“Esa es la única referencia que tengo. No soy especialista en esto, yo solo [comparto lo que] fue mi experiencia personal. Y el matrimonio que tengo ahora con Dios en el centro ha sido el más feliz de mi vida”.
Justo a través de su experiencia, es que Díaz y su esposo Carlos García ayudan a muchos con Matrimonios que triunfan, un curso de 12 semanas que ha tenido resultados positivos en cientos de parejas como la de Carlos Calderón y Vanessa Lyon.
¿Qué le dirías a todas esas parejas que han vivido una situación similar a la de Carlos y Vanessa y quieren rescatar su relación?
Que no se rindan, lo más importante es no rendirse y entender que el amor es paciente, que el amor no critica, es comprensible. Hay que rectificar las cosas que nos hacen bien, si se pone a Dios en el centro de la relación todo sale bien, para Dios no hay imposibles definitivamente y Dios restaura no solamente matrimonios, restaura relaciones. Si tú practicas una relación con él, no una religión, una relación, entonces Dios empieza a trabajar en una persona individual y también en la unión.
¿Cuál es la pelea número uno entre los matrimonios? Saber quién tiene la razón. ‘Tú lo dijiste, yo lo dije’; cuando está Dios en el centro y los dos se someten a lo que dice la palabra de Dios, es: ‘vamos a ver qué dice Dios, no [que dicen] terceras personas, no mamá, no papá’, todo empieza a cambiar.
Le diría a los matrimonios que si tú quieres resultados diferentes, haz las cosas diferentes. Con Dios en el centro se pueden evitar muchos problemas, se puede vivir un amor sano que crece cada día más.
¿Cómo saber que a pesar de los conflictos aún es posible rescatar una relación?
Yo te puedo hablar a través de mi testimonio. Yo tuve matrimonios en donde Dios no estaba y fueron un fracaso, esa es la única referencia que tengo. No soy especialista en esto, yo solo [comparto lo que] fue mi experiencia personal. Y el matrimonio que tengo ahora con Dios en el centro ha sido el más feliz de mi vida.
Tenemos disposición de trabajar con cosas que no hacemos muy bien. Tenemos disposición de compenetrarnos el uno al otro entendiendo que tenemos debilidad y fortalezas, existe la humildad para escuchar a Dios, yo diría que la disposición de un corazón, [y entender que] solo no puedo. Desde el diseño de Dios sí se puede. Creo fielmente en la restauración de matrimonios, tenemos que tener un corazón dispuesto de que Dios haga su obra.
Fuente: People en Español.