Un estudio publicado recientemente por la revista Medicine Nature (Medicine Nature: Cigarrillos Electrónicos como alternativa) reafirma que los vapes o cigarrillos electrónicos representan una alternativa de menor daño para adultos fumadores. El artículo señala que tanto la Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina de EE.UU. como un estudio independiente encargado por el Departamento de Sanidad y Asistencia Social de Inglaterra han llegado a la conclusión de que el consumo de cigarrillos electrónicos es probablemente mucho menos perjudicial que fumar.
La publicación reseña las conclusiones de una comparación entre el humo de los cigarrillos y el aerosol de los vapes o cigarrillos electrónicos. “El humo de los cigarrillos contiene más de 7.000 sustancias químicas, entre ellas 70 carcinógenos humanos conocidos. El número de sustancias químicas en el aerosol del cigarrillo electrónico es mucho menor, y las sustancias tóxicas comunes a ambos productos están presentes en concentraciones mucho más bajas en el aerosol del cigarrillo electrónico”, explica el artículo.
Los estudios de biomarcadores en humanos confirman que la exposición a los tóxicos encontrados en el humo del cigarrillo es mucho menor con el uso del cigarrillo electrónico. De acuerdo con la investigación, aunque la nicotina es el agente adictivo común a ambos productos, son las sustancias químicas distintas de la nicotina las que causan casi todos los riesgos para la salud encontrados en el consumo de cigarrillos.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. han informado que los fumadores son más propensos a utilizar cigarrillos electrónicos que cualquier otro producto, incluidos los medicamentos para dejar de fumar aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA), y con mayor éxito. Los cigarrillos electrónicos también son la alternativa más popular para adultos fumadores de Inglaterra.
“Dada la relativa novedad del vapeo, sus riesgos para la salud a largo plazo no pueden evaluarse directamente. Sin embargo, las pruebas existentes sugieren que es probable que los daños potenciales a largo plazo sean sustancialmente menores que los asociados al tabaquismo”, concluye el estudio.