Con una emotiva misa, oficiada en la parroquia Nuestra Señora de la Altagracia del Ministerio de Defensa (MIDE), el alto mando militar honró la memoria del señor Víctor Méndez Capellán, empresario que en vida sintió y mostró un profundo afecto hacia los miembros de las Fuerzas Armadas, y sentía mucho orgullo de ser integrante del Ejército.
En la eucaristía, oficiada por el capellán castrense coronel Gerardo Ramírez Paniagua, ERD, fue encabezada por el teniente general Carlos Luciano Díaz Morfa, ERD, ministro de Defensa y su esposa señora Wendy Santos de Díaz, presidente de la Asociación Dominicana de Esposas de Oficiales de las Fuerzas Armadas (ADEOFA).
Durante la misa varios de sus familiares se dirigieron a los presentes, donde emocionados compartieron anécdotas sobre cómo la vida de Méndez Capellán sirvió de ejemplo e inspiración a muchos para superarse.
“Mi padre disfrutaba ayudar a otros, porque él mismo sabía lo que era no tener nada y con el pasar de los años, mientras alcanzó la bonanza, no dejó de servir a otros. Para él, no había mayor satisfacción que servir; fue un hombre de gran fe y fiel devoto de Santa Clara”, comentó con lágrimas en los ojos y la voz entrecortada su hija, Giselle Méndez Saba.
Víctor Miguel Pacheco Méndez, nieto del fenecido, relató que “siempre me llamó la atención el orgullo con el que se refería al rango de raso que tenía, como si se tratara de uno mucho más alto, lo cual indicaba el profundo afecto que tenía hacia las Fuerzas Armadas. Él decía, si yo pude tú también puedes, claro que sí se puede soñar, porque el que trabaja duro y tiene moral, también puede tener éxito”.
El capellán castrense Ramírez Paniagua, al iniciar la misa recordó la niñez y la juventud del señor Méndez Capellán, indicando que durante su vida “Aprendió, sirvió y dio”, muy acorde con la palabra de Dios leída sobre el correcto proceder de las personas, que procuran la justicia.
La señora Wendy Santos de Díaz, presidente de ADEOFA, expresó que “más allá de la tristeza que genera la partida física de don Víctor, de seguro en el lugar que el creador le ha reservado, él está sonriente, recompensado por los frutos de sus obras y conducta ejemplar”.
Al finalizar el oficio religioso, sus familiares depositaron flores al pie de la escultura de la Virgen de La Altagracia en el altar y recibieron del ministro de Defensa y la presidente de ADEOFA la bandera nacional.
En la misa también participaron oficiales de Estado Mayor General y Conjunto de las Fuerzas Armadas, directores generales de las instituciones militares, así como las presidentes de las Asociaciones de Esposas de Oficiales de las FF.AA y PN, directiva de ADEOFA e invitados especiales.