Las habichuelas con dulce son parte de la gastronomía dominicana, y es una tradición hacerlas durante toda la Semana Santa, para compartirlas en familia y con los vecinos, como símbolo de amistad, pero ¿desde cuando se conoce este postre?.
Tradicionalmente, las habichuelas van acompañadas con batata, galletas de leche, pasas y hasta con casabe.
La tradición data de muchos años, pero la primera mención histórica las habichuelas con dulce, con todos sus ingredientes la hace Ramón Emilio Jiménez, en el 1927, según las investigaciones realizadas por el historiador José Guerrero, las habichuelas con dulce son un plato exclusivo de la República Dominicana, el cual no se consume ni siquiera en los países más cercanos a la isla como son Cuba, Puerto Rico y Jamaica.
Dice José Guerrero que los ingredientes y la forma de preparación de las habichuelas con dulce son una mezcla de productos y costumbres de los distintos continentes: América, Europa, África y Asia.
Explica que la información más aproximada sobre el origen de dicha comida tradicional se ubica a finales del siglo XVII y se relaciona con la era de Francia en Santo Domingo (1795-1809). El dato lo aporta Dorvo Soulastre, un militar francés que vino a Santo Domingo acompañando al general Hédouville el 27 de marzo de 1798.
En su informe describe la migración francesa de Saint Domingue, hacia la parte oriental, entre la que se encuentra monsieur Francois Delalande, quien introdujo la costumbre de comer frijoles o legumbres.
De las legumbres producidas por Delalande, a Soulastre le llamó la atención especialmente unos “frijolillos” que se comían “tan finos y azucarados” como en Francia. Como no le fue posible aclimatar los frijoles franceses a la tierra dominicana, los sustituyó por otros de Estados Unidos. A parte de estos “frijoles finos y azucarados”, a Soulastre le brindaron una merienda de “lacticinios, confituras del país, pastelones de azahar, merengues con vainilla, dulce angélico y chocolate”, entre los cuales se pueden identificar tres elementos básicos de las habichuelas con dulce: frijoles, productos lácteos y azúcar.
Para el historiador José G. Guerrero, los frijoles franceses sembrados en Dominicana y los importados debieron ser sustituidos por las habichuelas que estaban en América desde los tiempos precolombinos. “Los dominicanos aceptaron las costumbres francesas y pasaron a consumir frijoles franceses o criollos, azucarados o salados.
Sostiene que en Haití la mencionada costumbre no tomó fuerza por el hecho de que los frijoles azucarados eran consumidos por nobles y ricos plantadores, que emigraron a otros lugares y la costumbre no llegó a hacerse popular.
Para Guerrero, otro argumento que permite relacionar los “frijolillos azucarados” franceses con el origen de las habichuelas con dulce es que Soulastre lo describió en víspera de Semana Santa, “cuatro días antes del Domingo de Ramos”, lo que indica que eran parte de esta conmemoración que incluía procesiones y la quema de Judas.
En la capital y el Cibao se hacen con frijoles rojos y en el sur con habas. Lo que si podemos acotar que gastronómicamente hablando, Semana Santa viene con Habichuelas con Dulce.
El hecho de que no sea un postre en sí, ni un plato que acompaña a otro, sino un plato fuerte preparado para una ocasión especial como es la Cuaresma, la hace más singular aún.
Explica el historiador que en varios países mezclan frijoles y azúcar en comidas fundamentalmente saladas, pero nunca hacen la mezcla que caracteriza las habichuelas con dulce dominicanas. En Puerto Rico, Haití, Estados Unidos y España es posible encontrar el plato, pero es por la presencia de dominicanos o por su influencia.
En muchos pueblos de República Dominicana, lo que se consumía principalmente eran haba y guandules con dulce, ya a partir de la década del 40, se empezó a consumir más las habichuelas con dulce, debido a que las habas, empezaron a escasear.
Tambien, dentro de las amenidades de Semana Santa, entre las manifestaciones gastronómicas que se consumían, tambien figura el arroz con dulce, como parte de la tradicionalidad. En ese sentido, el Chacá, tambien empezó a tomar una forma tradicional para las festividades de Semana Santa.
José Guerrero, historiador.
Pilar Lomba, periodista.
Leo Campusano, folklorista.
Daniel Bautista, profesor y costumbrista.
Fotografía de Juan Micheli