Hoy la sociedad recuerda el 115 aniversario del nacimiento de Joaquín Antonio Balaguer Ricardo, más conocido como Joaquín Balaguer, quien fue un ensayista, escritor, estadista, poeta y político dominicano y quien destacaba en todos los ámbitos donde se desenvolvía.
Fue presidente de la República Dominicana en los periodos 1960-1962, 1966-1978 y 1986-1996.
De 1960 a 1996 ocupó la presidencia 7 veces (6 veces como presidente constitucional y 1 vez como presidente provisional), lo que lo convierte en el político que más veces ocupó el cargo en la República Dominicana. Su personalidad fue pacífica y un tanto enigmática, apelando frecuentemente a un secretismo heredado de la Era de Trujillo.
Su afán de perpetuarse en el poder por medio de elecciones cuestionadas y mediante el empleo de persecución política, le ganaron el mote de caudillo.12 Fomentó el desarrollo de la infraestructura urbana del país mediante la construcción, avenidas y edificaciones; las presas, represas y contra embalses más importantes, el Faro a Colón, autopistas y carreteras modernas, caminos vecinales, hospitales, son obras más relevantes construidas en su gobierno.
Balaguer compartió el Premio Nacional de Literatura de 1990 con su rival político y también escritor Juan Bosch.
Comenzó su carrera política en 1930 (antes de que Trujillo tomara el control del gobierno), cuando fue nombrado fiscal. Luego de que se inscribiera en el Partido Dominicano y así pasó a formar parte del círculo de los colaboradores cercanos del dictador Rafael Leónidas Trujillo.
Durante la época de Trujillo se desempeñó como secretario de la Legación Dominicana en Madrid (1932-1935), subsecretario de la Presidencia (1936), subsecretario de Relaciones Exteriores (1937), embajador extraordinario en Colombia y Ecuador (1940-43 y 1943-47), embajador en México (1947-1949), secretario de Educación (1949-1955) y secretario de Estado de Relaciones Exteriores (1955-57).
Ha habido mucha discusión sobre el papel de Balaguer durante la Era de Trujillo. A lo largo de las tres décadas de trabajo como político trujillista, Balaguer fue visto alternativamente tanto como empleado del régimen y como un distinguido colaborador cercano a Trujillo. A pesar de que Trujillo disfrutaba humillando e insultando a sus sirvientes en público, el dictador jamás trató de degradar a Balaguer.
Balaguer reciprocó ese respeto hacia Trujillo durante los treinta años de dictadura como uno de los colaboradores más eficientes del régimen, igual que otros múltiples destacados profesionales, sin parecer perturbado ni mostrar el menor gesto de disgusto por los excesos y aberraciones que eran comunes en aquella época.
Balaguer fue, sin duda, un ministro útil de Trujillo, sabiendo cualquier negativa al tirano le podía costar la vida.
Cuando Trujillo dispuso que su hermano Héctor Bienvenido fuera reelegido a la presidencia en 1957, optó por Balaguer como vice-presidente. Tres años más tarde, cuando la Organización de los Estados Americanos (OEA) convenció al dictador de que no era apropiado tener a un miembro de su familia como presidente, Trujillo obligó a su hermano a renunciar, y Balaguer le sucedió en el cargo. Sin embargo, Balaguer no tenía prácticamente ningún poder y fue considerado como un mero títere de Trujillo.
Cuando Trujillo fue asesinado en 1961 y a pesar de haber sido durante mucho tiempo colaborador del dictador, Balaguer tomó medidas para liberar al país del régimen con la concesión de algunas libertades civiles y suavizando la estricta censura a que Trujillo tenía sometida la prensa. La OEA se mostró satisfecha y levantó las sanciones económicas impuestas a la República Dominicana, debido al intento de asesinato que Trujillo tramó en contra del presidente venezolano Rómulo Betancourt.
Sin embargo, las reformas provisionales de Balaguer fueron rechazadas por gran parte de la sociedad, ya que era presionado por los militares, por la derecha, por la izquierda, era abucheado en las calles por la ciudadanía y llamado entre otras cosas por los militares muñequito de papel.
Debido a la presión ejercida por la Unión Cívica Nacional, un Consejo de Estado creado después de la muerte de Trujillo, Balaguer solo pudo retener el poder hasta 16 de enero de 1962. Un golpe de Estado militar, dirigido por el jefe de la fuerza aérea Pedro Rodríguez Echavarría, lo obligó a exiliarse en Nueva York.
Regreso a República Dominicana y guerra civil de 1965
Durante el periodo 1962-1964 la República Dominicana solo tuvo siete meses de buena democracia, bajo la presidencia de Juan Bosch. En 1963 formó el Partido Reformista y se centró en una lucha política contra Bosch, en la campaña utilizó la táctica presentándose como un candidato moderado y conservador.
Cuando un golpe militar derrocó a Bosch, el país comenzó un período tumultuoso que dio lugar a la Guerra Civil del 24 de abril de 1965. Los militares se habían rebelado en contra de la Junta Provisional para restaurar a Bosch, con lo cual el presidente de EE. UU. Lyndon Johnson, bajo el pretexto de eliminar la influencia comunista en el Caribe envió 42.000 soldados para anular la rebelión.
El gobierno provisional, encabezado por Héctor García Godoy, anunció elecciones generales para 1966. Balaguer aprovechó la oportunidad, y con la enfermedad de su madre como excusa, le pidió permiso para regresar del exilio, el cual le fue concedido. A pesar de denuncias de fraude electoral, Balaguer juró como presidente de la República Dominicana en 1966.
Segundo mandato presidencial (1966-1978), “Los doce años”
Joaquín Balaguer y Jimmy Carter
Balaguer encontró una nación severamente golpeada por décadas de turbulencia, con tiempos cortos de paz, y prácticamente ignorantes de la democracia y los derechos humanos. Durante su campaña electoral solía dirigir sus mensajes propagandísticos a la mujer dominicana y al campesino, tratando de atar a su proyecto político personal las fracciones más conservadoras de estos sectores sociales.
Balaguer trató de apaciguar a los supervivientes antitrujillistas y a los de la guerra civil de 1965, pero los asesinatos políticos continuaron siendo frecuentes durante su administración. Tuvo éxito en parte la rehabilitación de las finanzas públicas, que estaban en un estado caótico, e impulsó un modesto programa de desarrollo económico.
Durante los tres primeros meses de instalado su segundo gobierno, la Asociación Dominicana de Derechos Humanos, declaró que había recibido quejas. Con la anuencia de sectores del gobierno se inició en el país la Operación Chapeo con la finalidad de exterminar los remanentes izquierdistas sobrevivientes al conflicto de abril del 65.
En noviembre de 1969 un grupo de mujeres anunció la formación del Comité de Madres, Esposas y Familiares de los Muertos y Desaparecidos, donde dieron a conocer un listado de muertos y desaparecidos, y revelaron que en los tres primeros años del gobierno de Balaguer, 366 personas fueron muertas o desaparecidas por causas políticas y subversivas.
Con la abstención electoral del Partido Revolucionario Dominicano, debido a las pocas garantías constitucionales y a la participación de las Fuerzas Armadas en las actividades proselitistas, Balaguer fue reelegido para el periodo 1970-1974.
El 1 de enero de 1971 designó al general Enrique Pérez y Pérez como jefe de la Policía Nacional. Varias semanas después hizo su aparición en las calles de Santo Domingo un grupo autodenominado Frente Democrático Anticomunista y Antiterrorista, mejor conocido como La Banda Colorá, un grupo de jóvenes reclutados por el gobierno de Balaguer con fines de represión. Durante esa época fueron asesinados numerosos dirigentes de la izquierda dominicana.
Durante este segundo mandato de gobierno (conocido popularmente en la política dominicana simplemente como los 12 años), Balaguer incentivó la construcción de escuelas, hospitales, presas, carreteras, y muchos edificios importantes. Los proyectos también se utilizaron como medio para recompensar a sus partidarios políticos con lucrativos contratos de obras públicas, los favorecidos en dichos contratos se conocen como los 300 millonarios.
También presidió un sistema de crecimiento económico estable. Sin embargo, su administración pronto desarrolló un modelo autoritario, a pesar de las garantías constitucionales. A pesar de sus métodos autoritarios, Balaguer tenía mucho menos poder que Trujillo, y su gobierno era más suave.
La sensación de que en la República Dominicana había un híbrido de dictadura y democracia, se reprodujo en las elecciones del 16 de mayo de 1974, cuando el Partido Revolucionario Dominicano y los otros partidos signatarios del denominado Acuerdo de Santiago retiraron a su candidato Antonio Guzmán, por considerar que no se daban las mínimas garantías y como protesta por los desafueros de los paramilitares balagueristas.
En estas circunstancias, Balaguer solo compitió con un rival, el contraalmirante Luis Homero Lajara Burgos, del Partido Popular Demócrata (PPD). Balaguer obtuvo el 84,7% de los votos, y su partido ganó mayoría en el congreso donde la abstinencia alcanzó el 50%.
Una coyuntura favorable en los precios internacionales del azúcar, el auge del turismo estadounidense, las inversiones privadas foráneas, y los programas de obras públicas produjeron una fase de expansión económica, favoreciendo la emergencia en la sociedad dominicana de clase media. Balaguer eludió siempre su responsabilidad en los crímenes cometidos por La Banda Colorá y otras irregularidades vinculadas con las Fuerzas Armadas, siempre achacó la violencia política a sectores incontrolados del oficialismo y a la subversión de izquierdas, cuya verdadera fuerza exageró enormemente.
También, incumplió las promesas sobre la reforma agraria, ya que la pequeña minoría de propietarios autóctonos y las compañías estadounidenses continuaban poseyendo la mayoría de las tierras cultivables y las de mejor calidad. Pero cuando anunció su intención de optar a un cuarto mandato consecutivo en las elecciones del 16 de mayo de 1978, y con un fondo de deceleración económica, el repudio popular alcanzó tal calibre que la derrota en las urnas ante el PRD se antojó inevitable.
Balaguer se enfrentó a Antonio Guzmán del Partido Revolucionario Dominicano, pero cuando los resultados electorales mostraron una tendencia en favor de Guzmán, el ejército detuvo el conteo. Sin embargo, en medio de enérgicas protestas en el país y una fuerte presión en el extranjero por parte del presidente estadounidense Jimmy Carter, el conteo se reanudó.
Cuando se dieron los resultados, Guzmán dio a Balaguer la primera derrota de su carrera política. Cuando Balaguer dejó el cargo, fue la primera vez en la historia de la República Dominicana que un presidente en ejercicio tranquilamente cede el poder a un miembro elegido de la oposición.
Para 1984, el Partido Reformista se fusiona con el Partido Revolucionario Social Cristiano, formando así el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC).