Santo Domingo. – El empresario hotelero Alberto del Pino consideró estratégico que el capital dominicano vuelva a la industria turística con el apoyo de las instituciones financieras del país, en el contexto de la nueva normalidad que impone la pandemia COVID-19.
El asesor y expresidente ejecutivo de Allegro Resorts argumentó que en la mayoría de los países donde el turismo es un eje importante de la economía, los activos hoteleros están en manos del capital nativo y, desde su punto de vista, esto cobra ahora más relevancia.
Del Pino se pronunció en esos términos al participar en el conversatorio virtual “Un café en Multivalores”, coordinado por el gerente general de MPB Multivalores Puesto de Bolsa, Erick Jerez Mejía.
“Los tiempos de crisis son los momentos de los líderes, de aquellos que se arriesgan. Todavía tenemos cientos de kilómetros de playas sin tocar”, sostuvo Del Pino durante el conversatorio con una audiencia integrada por profesionales, empresarios y banqueros.
Por otro lado, el empresario dijo que para el turismo -y específicamente el dominicano- 2020 es un año perdido y cualquier volumen movido por las líneas aéreas a partir de julio no será suficiente para la recuperación de los flujos de caja.
En ese sentido, el experto hotelero planteó que las instituciones financieras deberían ayudar a sus clientes de la industria del turismo a mejorar su situación financiera, sabiendo que se trata de algo muy difícil.
Comentó que ha tenido acceso a estudios recientes según los cuales solo el 9% de los españoles piensa salir al extranjero este año, lo que unido a la tasa de desempleo de un 15% en Estados Unidos presenta un panorama de una lenta recuperación.
Del Pino afirmó que la República Dominicana cuenta con condiciones excepcionales para recuperarse desde el punto de vista turístico, pero señaló que será necesario repensar los productos y estar conscientes de que lo importante serán las marcas más que los precios.
Desde su óptica, el turista optará por aquellas ofertas que garanticen confianza, seguridad y certidumbre respecto a protocolos que eviten las aglomeraciones y los servicios personalizados libres de riesgos de contagio.
Consideró que una de las grandes tragedias es la masiva pérdida de puestos de trabajo en el turismo, pues se trata de empleos no reemplazables, debido a su especialización. “Los empleados hoteleros no tienen alternativas de empleos con la misma remuneración”, dijo.