Emil Cerda rebasa fuerte depresión con experimentos sociales que apuntan a avances psicológicos

Emil Cerda rebasa fuerte depresión con experimentos sociales que apuntan a avances psicológicos

Santo Domingo.- Luego de una potente depresión aguda que casi acaba con su existencia, el escritor, psicólogo clínico y sexólogo Emil Cerda desarrolló un conjunto de diversos experimentos sociales con el fin de analizar el comportamiento humano y aportar nuevas perspectivas a la psicología.

Sus estudios han revelado patrones significativos en la percepción del tiempo, la comunicación interpersonal, el juicio social y la empatía.

Uno de sus experimentos más reveladores se encuentra en su libro “El tiempo es una prostituta: Otra teoría científica sobre el tiempo”, en el cual destaca como a través de encuestas y observaciones, Cerda demostró que las personas perciben el tiempo de manera acelerada mientras se involucran en actividades placenteras, como hacer el amor, conversar con alguien que les gusta o compartir con un amigo. En contraste, el tiempo parece alargarse en situaciones de estrés, como al estar bajo el agua o realizar tareas laborales monótonas. Este hallazgo sugiere que la conciencia del tiempo está directamente relacionada con la carga emocional de la actividad que se realiza.

Otro experimento revelador consistió en vestir formalmente pero con calcetines desiguales. Las reacciones de las personas ante este detalle pusieron de manifiesto un sesgo social, lo diferente es frecuentemente objeto de crítica y juicio. Esto confirmó que muchas personas están condicionadas a buscar la perfección en la apariencia y en el comportamiento, generando prejuicios automáticos.

Cerda también exploró la dinámica de la comunicación entre géneros al hacerse pasar por homosexual en diversas interacciones. Descubrió que las mujeres se sienten más cómodas compartiendo aspectos personales con hombres que perciben como gays o con otras mujeres, mientras que con un hombre hetero suelen ser más reservadas, por temor a ser juzgadas. Esto resalta la importancia de la confianza en la comunicación interpersonal femenina y cómo los estereotipos de género afectan la expresión emocional.

Otro de sus experimentos lo llevó a fingir desconocimiento sobre temas complejos en grupos de estudiantes universitarios. Mientras algunos intentaban explicarle los conceptos con paciencia, otros lo etiquetaban como “distraído” o “ignorante”. Esta situación reflejó el prejuicio existente en ambientes académicos, donde la percepción de inteligencia está estrechamente ligada a la rapidez de respuesta y no necesariamente a la capacidad de comprensión profunda.

Un escritor humano, demasiado humano.

El aspecto altruista de los experimentos de Cerda también se hace presente en su comportamiento cotidiano. Ha realizado acciones desinteresadas sin buscar reconocimiento, como pagar los medicamentos de una expareja tóxica sin que ella lo supiera o salvar la vida de personas al borde del suicidio a través de estrategias psicológicas. En estos casos, utilizó la técnica de la “apuesta emocional”, planteando retos para disuadirlos de la autodestrucción y generando un espacio de comprensión y acompañamiento.

“Una depresión de hace seis años me estaba matando, solicité apoyo de todo mundo para que me propongan como candidato al Nobel, se mostraron desinteresados a mi solicitud y algunos hasta se burlaron, así que, tuve que emprender mi vuelo a la comprensión de que nadie hará las cosas por mí. Me enamoré de una mujer famosa con la cual tuve un agarre de un mes, lo que me inspiró a reinventarme con los experimentos sociales. Yo seré el primer dominicano en ganar el Premio Nobel de Literatura, aunque me pongan peñones en el camino”.

Actualmente, Emil Cerda sigue impactando vidas mediante acciones filantrópicas, como la entrega de alimentos a personas en situación vulnerable y la impartición de talleres gratuitos sobre gramática y propósito de vida en colegios y la comunicación efectiva con los muertos para ayudarlos a encontrar la luz en el más allá. Con cada experimento y cada acción, su trabajo sigue desafiando los paradigmas sociales y promoviendo un entendimiento más profundo del comportamiento humano.