Herpes zóster: qué es, cómo prevenirlo y por qué puede ser tan doloroso

Herpes zóster: qué es, cómo prevenirlo y por qué puede ser tan doloroso

La culebrilla, conocida médicamente como herpes zóster, es una enfermedad causada por el virus varicela-zóster, el mismo que provoca la varicela. Aunque suele afectar a personas mayores de 50 años, también puede presentarse en individuos con un sistema inmune debilitado.

El doctor Salvatore Ferraro, especialista en pediatría de la Universidad Central de Venezuela, explicó en una entrevista en el programa Esto No Tiene Nombre los aspectos más relevantes de esta enfermedad.

¿Qué es la culebrilla y cómo afecta a las personas?

“La culebrilla es una erupción dolorosa en la piel y es causada por el virus varicela-zóster”, señaló el doctor Ferraro.

Este virus permanece latente en el organismo después de haber causado varicela, alojándose en los ganglios dorsales sensitivos a lo largo de la columna vertebral. Con el paso del tiempo y el envejecimiento del sistema inmune, el virus puede reactivarse, provocando la enfermedad.

“A partir de cierta edad, que suele ocurrir más o menos a los 50 años, esas defensas caen… y el virus sale”, explicó el especialista. Esta reactivación provoca una erupción dolorosa en una zona específica del cuerpo, generalmente siguiendo el trayecto de un nervio.

El problema más grave de la culebrilla no es solo la erupción cutánea, sino el dolor que produce. “Ese dolor puede ser inclusive a veces incapacitante, afecta muchas cosas de la vida, puede afectar el sueño, el desplazamiento, el realizar labores, hasta dormir”, detalló el doctor Ferraro. En algunos casos, la enfermedad puede derivar en neuralgia posherpética, una complicación en la que el dolor persiste por meses o incluso años.

¿Cómo se contagia la culebrilla?

A diferencia de la varicela, que se transmite por vía respiratoria, el herpes zóster solo es contagioso a través del contacto con las lesiones. “Si tiene lesiones activas y yo la toco, y yo nunca tuve varicela, y yo me pongo la mano en la cara, a mí me va a dar varicela, no me va a dar culebrilla”, explicó Ferraro.

Es decir, el virus no se transmite de persona a persona en forma de culebrilla, sino que una persona que nunca ha tenido varicela podría contraer esta enfermedad si entra en contacto con las lesiones de alguien con herpes zóster.

¿Existe tratamiento y prevención?

El tratamiento del herpes zóster se basa en antivirales, que deben administrarse lo antes posible para ser efectivos. “Si hay tratamiento antiviral, que mientras más rápido tú lo des, la persona mejora con muchas más probabilidades”, indicó el doctor Ferraro. Sin embargo, muchas personas no acuden al médico a tiempo porque confunden los síntomas iniciales con una picadura o una irritación menor.

Además, existen vacunas tanto para prevenir la varicela en niños como para reducir el riesgo de culebrilla en adultos. “Hay vacunas de varicela… pero la cobertura es muy bajita”, mencionó el especialista. Respecto a la culebrilla, existen dos vacunas, una más antigua, de 2006, que perdió eficacia con el tiempo, y otra más reciente, disponible en más de 50 países y recomendada para mayores de 50 años y personas inmunocomprometidas.

Mitos y realidades sobre la culebrilla

En la entrevista, también se abordaron algunas creencias populares sobre la enfermedad. “Hay un viejo mito de que si el recorrido del herpes se une en las dos puntas, la persona muere”, mencionó uno de los entrevistadores. A esto, el doctor Ferraro respondió tajantemente: “Eso es falso”.

Lo que sí es cierto es que cuando el herpes zóster afecta áreas como el oído, puede ser extremadamente doloroso e incluso causar sordera. “El dolor que produce es un dolor… que es una cosa que tú vas a tener por días, inclusive por semanas, y a veces mucho más tiempo”, advirtió el especialista.