Guía sobre complicaciones postoperatorias en cirugía de cáncer de próstata

Guía sobre complicaciones postoperatorias en cirugía de cáncer de próstata

Aunque son poco comunes, pueden ocurrir complicaciones después de la cirugía de cáncer de próstata afirmó el reconocido cirujano robótico, David Samadi.

Las tres complicaciones, que aunque poco común, se registran con un rango de un

+ 2% son : a) Infecciones Urinarias, b) gastrointestinales y c) acumulación de líquido en la pelvis.
En un amplio artículo con la finalidad de educar a los pacientes diagnosticados con cáncer de próstata, el prestigioso médico norteamericano explicó, que es importante entender las infecciones del tracto urinario (ITU) post-prostatectomía.
“Aunque la prostatectomía mínimamente invasiva generalmente se tolera bien, los estudios indican que solo el 2.1% de los pacientes desarrollan infecciones del tracto urinario después de la cirugía. Las IT pueden ocurrir debido a la entrada de bacterias en el sistema urinario a través de un catéter, un componente necesario del procedimiento de prostatectomía. Se administran antibióticos durante
y después de la cirugía para minimizar los riesgos de infección, y el catéter generalmente se retira de una a dos semanas después de la operación”, explicó.
El Dr. Samadi recomendó para el manejo de las complicaciones infecciosas urinarias, los pacientes serán ingresados en el hospital y se utilizarán antibióticos de amplio espectro para tratar la infección. Se realizan pruebas de cultivo de orina
para identificar la especie bacteriana específica que causa la infección, lo que permite una terapia antibiótica personalizada. La duración del tratamiento generalmente abarca de 10 a 14 días para garantizar una resolución efectiva.

Aunque las complicaciones gastrointestinales post-prostatectomía son raras, afectando a menos del 2% de los pacientes, pueden surgir varios problemas. Estos incluyen íleo, donde el intestino delgado cesa temporalmente el peristaltismo, a menudo revolviéndose con ajustes dietéticos y, si es necesario, eliminación de líquidos a través de un tubo nasogástrico. Pueden ocurrir obstrucciones del intestino delgado, requiriendo estrategias de manejo similares.


Las obstrucciones relacionadas con tejido cicatricial pueden requerir una intervención quirúrgica adicional. La acumulación de líquido en la pelvis, se registra después de la extirpación de los ganglios linfáticos pélvicos durante la cirugía, el líquido linfático puede

acumularse, formando un linfoceles. Si bien la mayoría de los linfoceles son asintomáticos, la infección es una complicación potencial, que se maneja con antibióticos y, en casos severos, con drenaje a través de un catéter percutáneo.