“No es un trastorno psicológico o mental”: Científicos descubren el origen de la tartamudez

“No es un trastorno psicológico o mental”: Científicos  descubren el origen de la tartamudez

Un equipo científico finlandés cree haber encontrado la región del cerebro en la cual se origina el trastorno. El grupo encontró cambios estructurales en los nodos de una red cerebral.

El líder de la investigación, Juho Joutsa, de la Universidad Turku, afirma que esa región se ubica en una sección del putamen.

El putamen es un campo central del telencéfalo y forma parte de la sustancia gris del cerebro humano. El área es esencial para la motricidad facial, quiere decir, la mímica.

Las distintas causas de la tartamudez

El trastorno del habla puede tener varias causas. Por un lado, existe una predisposición genética que aumenta la probabilidad de que alguien tartamudee. Por otro lado, es posible que una persona empiece a tartamudear después de padecer patologías neurológicas como la enfermedad del Parkinson o un ictus.

El nuevo hallazgo del estudio actual es que el equipo comparó las estructuras cerebrales de personas que empezaron a tartamudear tras un derrame cerebral con las de las personas que llevan tartamudeando desde el nacimiento. Descubrieron que los derrames cerebrales de los nuevos tartamudos afectaron precisamente a las mismas estructuras que están alteradas en las personas que han tartamudeado toda su vida.

Según el estudio, esto demuestra que la tartamudez se origina siempre en la misma red cerebral, independientemente de que la causa sea genética o neurológica.

¿Abrirá esto la puerta a nuevos tratamientos?

El médico jefe del departamento de neurología de la Clínica Universitaria de Gotinga, el Prof. Martin Sommer, constata que el estudio finlandés resalta de forma impresionante la importancia del hemisferio cerebral izquierdo para la transformación de pensamientos en enunciados orales.

Hasta ahora, no existían tratamientos farmacológicos ni neuromoduladores. El hallazgo permite nuevas posibilidades de terapia, como la estimulación profunda de esta zona del cerebro, pronostica el equipo finlandés.

Fuente: DW