Por: Yamilka Contreras
El dengue una enfermedad tropical que golpea más fuerte que nunca a algunos países de América Latina y otros.
Este afecta personas de todas las edades, con síntomas que varían entre una fiebre leve a una fiebre incapacitante, acompañado de dolor intenso de cabeza, dolor detrás de los ojos, dolor muscular, en articulaciones y eritema.
Esta enfermedad puede progresar a formas graves, caracterizada principalmente por choque, dificultad respiratoria y/o daño grave de órganos. El dengue tiene un comportamiento estacionario, es decir, en el hemisferio Sur la mayoría de los casos ocurren durante la primera mitad del año, en cambio, en el hemisferio Norte, los casos ocurren mayormente en la segunda mitad.
Cabe destacar que las regiones más afectadas históricamente por el virus son las áreas tropicales y subtropicales del planeta, especialmente las zonas urbanas y semiurbanas con carencias de agua potable e higiene.
Así, en lo que llevamos de 2023 se han registrado más de 3 millones de nuevas infecciones solo en el continente americano, que, junto a África subsahariana y el sudeste asiático, es la región del mundo que más sufre esta enfermedad.
Síntomas
Esta enfermedad conformada por cuatro serotipos denominados del DENV1 al DENV4. Solo se transmite a través de la picadura de mosquitos infectados, por lo que el contacto estrecho con una persona que lo padece no supone un riesgo.
En la mayoría de ocasiones, los síntomas aparecen de 4 a 10 días después de recibir la picadura, aunque pueden ser confundidos con los de una gripe. Pero, en función de las condiciones de higiene de la zona o del acceso a los servicios de salud, la enfermedad puede empeorar y llegar a ser mortal, lo que se denomina clínicamente dengue grave, fiebre hemorrágica del dengue o síndrome de choque del dengue.
En este nivel, los vasos sanguíneos se dañan y tienen fugas, por lo que disminuye la cantidad de plaquetas en el torrente sanguíneo.
Los signos de advertencia son:
• Dolor intenso de estómago
• Vómitos persistentes
• Sangrado de las encías o la nariz
• Sangre en la orina, las heces o los vómitos
• Sangrado debajo de la piel, que podría tener el aspecto de un moretón (hematoma)
• Dificultad para respirar o respiración rápida
Recomendaciones
En caso de presentar un cuadro como tal, se debe acudir al médico inmediatamente, ya que, aunque no existe un tratamiento concreto para el dengue, el dolor muscular producido por la infección puede aliviarse con medicamentos.
Sin un tratamiento específico para curarla, las dos vacunas disponibles presentan soluciones demasiado complejas para frenar los contagios.
Con esto, una persona recuperada de dengue tendrá posteriormente y durante un largo plazo inmunidad frente al serotipo con el que fue infectado, pero no frente a los otros tres. De hecho, las recientes investigaciones han revelado que una infección anterior por el virus del dengue aumenta el riesgo de padecer síntomas graves si se vuelve a contraer la enfermedad. Es por ello que en los países donde se reporta una gran incidencia del virus se ha aprobado una vacuna destinada exclusivamente a personas de entre 9 y 45 años que ya lo padecieron alguna vez.
Prevención
Para combatir la enfermedad, ante un registro de casos alarmante en lo que llevamos de 2023, varias entidades, como la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la OMS y los gobiernos estatales, insisten en la prevención por parte de la población. Se puede reducir el riesgo de contraer el dengue protegiéndose de las picaduras de mosquito con:
• Ropa que cubra el cuerpo lo máximo posible
• Telas mosquiteras en las ventanas
• Repelentes de mosquitos (que contengan DEET, icaridina o IR3535)
• Espirales de humo y aerosoles
Con esto, para hacer frente a este y otros virus, la Organización de las Naciones Unidas planteó en los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030.