Especialistas en cardiología y psicología de CEMDOE alertan sobre la importancia de ponerle atención a este síndrome
SANTO DOMINGO.- El ser humano, de manera inconsciente, actúa en base a una rutina o ritmo automático que lleva en el día a día, y cualquier cambio en este puede tener como resultado un desequilibrio en la sensación de bienestar general de la persona. Es por ello que las especialistas del Centro Médico de Diabetes, Obesidad y Especialidades (CEMDOE) Claudia Almonte y Ana Cabrera alertan sobre el síndrome de Tako-Tsubo o de “Corazón roto” y la importancia de poner atención a sus síntomas.
“No es un mito, el síndrome del corazón roto sí existe y tiende a caracterizarse por presentarse como si fuera un infarto, con dolor de pecho, dificultad respiratoria, cambios en el electrocardiograma, en el ecocardiograma, trastorno en la contractilidad, y cuando se le realiza la ventriculografía o el cateterismo cardíaco, las coronarias están normales”, explica la cardióloga de CEMDOE, Claudia Almonte.
Este tiende a reponerse en aproximadamente dos o tres semanas con el tratamiento adecuado de un cardiólogo, por lo que, una persona que haya sido diagnosticada, debe acudir periódicamente. Almonte detalla que cada año la persona debe hacerse una evaluación cardiovascular y, si está en medicación, cada cuatro o seis meses debe ser reevaluado por su médico de cabecera debido a que a pesar de ser transitorio, pueden quedar secuelas.
La especialista resalta que el síndrome de Tako-Tsubo o de “Corazón roto” es parecido a un infarto, y que también lleva al paciente a cateterismo, resultando coronarias normales, aunque puede presentar, porteriormente, falla cardíaca en ese paciente o arritmias; mientras que en un infarto hay coronarias obstruidas que hay que abrir para que vaya mejor la circulación.
Pérdida de seres queridos entre factores más frecuentes
Asimismo, en la parte psicológica, la psicóloga clínica y de la salud de CEMDOE, Ana Cabrera, resalta que este síndrome es desencadenado por la presencia de una situación de estrés emocional o físico altamente significativo, que provoca en el paciente un nivel de dolor en el pecho descrito como “si algo estuviera hueco o roto” o que “se están muriendo de pena”, aumento de latidos del corazón, altos niveles de ansiedad y sensaciones de malestar en general, siendo la pérdida o fallecimiento de un ser muy querido uno de los factores emocionales más frecuentes.
“Al tener cierta similitud al infarto, algunas de las secuelas psicológicas que se suelen ver es que la persona se mantiene con síntomas frecuentes e intensos de estrés, dolor o tensión en el pecho, ansiedad, problemas de insomnio, dificultad para relajarse y concentrarse en sus funciones del hogar, trabajo, etc., necesidad de chequear con el médico todo lo que siente, visitas a emergencias por dolores agudos en el pecho sin resultados claros, muchos pensamientos catastróficos alrededor de la enfermedad”, dice.
Cabe destacar que el Síndrome del Corazón Roto o Síndrome de Tako-Tsubo es una cardiopatía o alteración del miocardio entre cuyas causas se encuentra el estrés; afecta en su mayoría a las mujeres, sobre todo aquellas que han llegado a la etapa post menopáusica o que han sufrido algún trauma o pérdida importante.
La afección conocida como “síndrome del corazón roto”, “abombamiento apical” o “miocardiopatía por estrés”, fue descrito por primera vez en los años 1990 en Japón y se nombró “Síndrome del Tako-Tsubo: en honor a la vasija abombada y con cuello estrecho que utilizan en dicho país para la pesca de pulpos, guardando un estrecho parecido con el ventrículo izquierdo del corazón humano cuando se dilata por el síndrome.