¿Sentarse y no hacer nada? Seguramente, si alguien te propone esto automáticamente pensarás en tu larga lista de tareas pendientes o en cosas mejores que hacer.
La sensación de que el día no tiene suficientes horas para poder hacer frente a todos los correos electrónicos, tareas pendientes del trabajo o el cuidado de la familia, es algo habitual.
A esto se suma que los momentos en los que no estamos haciendo esas tareas, enseguida conectamos nuestros dispositivos móviles para leer algo online o responder algún comentario en alguna red social en una búsqueda contínua de entretenimiento.
Poca gente piensa en el aburrimiento como en una opción válida.
Según los neurocientíficos, el aburrimiento tiene mala fama, pero en realidad puede aumentar la creatividad, el compromiso con las tareas y la productividad laboral.
Hay gente que prefiere incluso darse una leve descarga eléctrica a estar sola con sus pensamientos, como demostró un famoso experimento publicado en la revista Science.
En el experimento se pidió a un grupo de personas que se sentaran en silencio durante 15 minutos en una habitación sin nada más que hacer.
Como alternativa sólo tenían la opción de pulsar un botón y darse una descarga eléctrica.
A pesar de que recibir una descarga física es desagradable, muchas personas, sobre todo los hombres, lo preferían antes que verse privados de estímulos sensoriales externos.
De los 42 participantes, casi la mitad optó por pulsar el botón al menos una vez, a pesar de haber experimentado la descarga anteriormente.
Sin embargo, uno incluso optó por electrocutarse 190 veces. “La mayoría de la gente parece preferir hacer algo a no hacer nada, aunque ese algo sea negativo”, escribieron en el estudio .
Siempre activo
Tu cerebro trabaja 24 horas al día, 7 días a la semana. Incluso cuando estás dormido, el cerebro nunca lo está. Escucha, detecta y gestiona los factores estresantes para mantenerte sano y salvo.
Está buscando soluciones, tomando decisiones y pensando en posibilidades incluso cuando no eres consciente de ello.
Este órgano “siempre activo” es tan devoto que nunca se toma un descanso o unas vacaciones. Pero los neurocientíficos también dicen que tiene sus límites.
Dormir es una de las formas que tiene el cerebro de hacer limpieza después de un día completo, aunque siga trabajando. Pero también el aburrimiento es importante para su salud.
Es algo que sí tienen claro en Italia, donde la frase Il dolce far niente(“lo dulce de no hacer nada”) forma parte de la cultura de un país donde el descanso, el placer de no hacer nada, es parte de la vida.
No consiste en echarse una siesta, es algo más profundo. Se trata de dejar a un lado el ritmo cotidiano del día y dedicar un momento a la introspección, a la relajación y a la conciencia de vivir en el momento.
Despierta la creatividad
La neurocientífica Alicia Walf, investigadora del Departamento de Ciencias Cognitivas del Instituto Politécnico Rensselaer de Estados Unidos, afirma que es fundamental para la salud cerebral dejarse aburrir de vez en cuando.
“Aburrirse mejora las conexiones sociales. Los neurocientíficos sociales han descubierto que el cerebro tiene una red de modo por defecto que se activa cuando nos desentendemos de hacer cosas. De hecho, el aburrimiento puede fomentar las ideas creativas, rellenando las menguantes reservas y proporcionando un periodo de incubación para que nazcan ideas de trabajo embrionarias”, explica en declaraciones a la publicación Forbes.
Mejora la atención
Al igual que el sueño es un momento importante y productivo para el cerebro, resulta que el tiempo de inactividad es vital para nuestra mente y nuestro bienestar.
“La ociosidad no es sólo unas vacaciones, una indulgencia o un vicio. Es tan indispensable para el cerebro como la vitamina D lo es para el cuerpo y, privados de ella, sufrimos una aflicción mental tan desfigurante como el raquitismo”, escribe Tim Kreider en su ensayo de The New York Times “La trampa del ajetreo”.
La revista estadounidense Scientific American dedica un largo artículo a resumir los beneficios del tiempo de inactividad.
Es bueno para la salud mental
Soñar despierto puede ser “todo un respiro” y proporcionar un breve escape de la vida cotidiana, afirma Mann en su libro.
Numeroros estudios han demostrado, por ejemplo, que las herramientas modernas, como el correo electrónico del trabajo, las redes sociales y las aplicaciones de citas, pueden poner a prueba la salud mental, por lo que tomarse un descanso puede ser una valiosa oportunidad para recargar las pilas.
Es por ello que muchos expertos, como es el caso de Mann, conciben el aburrimiento como una reacción de protección que nos permite desconectarnos de la información y el ruido que nos acosa constantemente.
Por BBC News Mundo.