El psicólogo Mario Minaya afirmó que con la pandemia del Covid-19 las personas han adoptado dos actitudes con relación a su salud mental: unas se consideran liquidadas y otras se creen viviendo una segunda oportunidad en la que deben cuidarse.
El especialista dijo que las personas que se sienten liquidadas están condicionadas para no escuchar y solo se les puede aconsejar cuando lo piden porque se encuentran tocando fondo y hablarles antes es perder el tiempo.
“Como sociedad nos da mucho trabajo aceptarnos como enfermos, frágiles, humanos. El inicio de la sanación, el 50 por ciento es que tú reconozcas que como humano estás expuesto a esta situación de fragilidad y que conlleva un deterioro de muchas cosas”, apuntó Minaya al ser entrevistado por Pablo McKinney en su programa televisivo “McKINNEY”, por Color Visión.
Agregó que el cuadro más difícil “es el trastorno del estado de ánimo con tendencia depresiva porque involucra el mito acerca de la misma enfermedad” y en esas condiciones la misma enfermedad se protege.
Citó que en cualquier especialidad médica los pacientes y el médico interactúan para llegar a un diagnóstico y finalmente tomar un tratamiento, pero en el caso de las personas que acuden a buscar ayuda conductual siempre tienen predisposición de no desear tratamiento.
Minaya señaló que otro mito es pretender que un desbalance químico en el cerebro se puede solucionar con terapia, por lo que es necesario acudir a la química (medicamentos) para equilibrar la situación.
Relaciones de pareja
Al cuestionarlo sobre cómo ha influido la pandemia del Covid-19 en la relación de pareja, el experto expresó que lo que ha hecho el virus es sacar a la luz graves deficiencias que existían y que han quedado al descubierto con la enfermedad.
También existe lo contrario, según Minaya, porque “muchas parejas que ya tenían una base buena, de repente descubrieron que estar cerca, que luchar juntos ante las adversidades, los unió más y les fue mejor”.
En el primer caso, el especialista dijo que hubo parejas que tenían situaciones que no quisieron confrontar, “descubrieron que eran dos monstruos que no se habían reconocido, al punto que yo he escuchado expresiones como: doctor mi matrimonio era un muerto que nosotros levantábamos cada mañana, lo bañábamos y lo cambiábamos”.
Consideró que en los nuevos tiempos el miedo ha impuesto un modelo de relación “abierta” que no es amor, porque uno de los fundamentos del amor es la exclusividad entre las parejas porque “tú quieres que lo amado sea tuyo y no se concibe que lo amado sea compartido” con terceros.
Dijo que la recuperación de la relación en una pareja en la que ha habido rupturas por traición o mentiras porque “las posibilidades reales de dos seres humanos sensatos que tocan fondo son ilimitadas”.
Definió tocar fondo como la capacidad de un ser humano de ganar experiencia y relanzar un proyecto basado en un programa sensato que deslinde claramente si la relación puede ser “funcional, nutridora”, o de lo contrario que termine con una ruptura luego de un acompañamiento profesional.
Minaya aconsejó a las parejas que pasan por crisis en su relación que intenten agotar procesos de recuperación entre ellos y si no funciona, entonces recurrir a buscar apoyo externo para hacer las cosas en forma correcta.
Explicó que en ese proceso debe quedar identificada la víctima y el victimario, para que quien provocó el daño haga conciencia, arrepentimiento y resarcimiento, mientras que la víctima tiene que estar bajo el beneficio de la duda para perdonar y lograr la recuperación de la relación.
Señaló que el aporte fundamental de la parte externa que da apoyo es dar seguimiento al proceso, manejar recaídas, porque las mismas circunstancias que rodean a los que están en la relación de pareja consideran que hay uno gozando y el otro sufriendo.
“Ahí es que interviene el que está afuera (el psicólogo) para aclarar que ahí está sufriendo todo el mundo”, puntualizó Minaya.