Laboratorio MAGNACHEM se encargará de la manufactura, producción y comercialización
El laboratorio dominicano MAGNACHEM recibe el licenciamiento para la fabricación y exportación del primer medicamento oral contra el COVID – 19, aprobado para uso de emergencia por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) y la Agencia Europea de Medicina (EMA), gracias a un acuerdo de licencia voluntario con el Medicine Patents Pool (MPP), respaldado por las Naciones Unidas, para la fabricación y distribución de una versión genérica del tratamiento oral contra el COVID-19 de la casa farmacéutica Pfizer.
De la combinación de los fármacos NIRMATRELVIR y RITONAVIR co-empacados, surge este innovador tratamiento para los casos de COVID-19 graves, en pacientes de 12 años en adelante, evitando que su condición médica se agrave. Uno de los beneficios más destacados de este medicamento es que ha demostrado tener un riesgo reducido de hospitalizaciones o fallecimientos por cualquier causa en un 89%, dentro de los tres días posteriores al inicio de los síntomas, en comparación con el placebo.
Esta licencia permite que MAGNACHEM exporte el tratamiento en los en 95 países designados por MPP y Pfizer. Inicialmente, el laboratorio dominicano estará exportando a mercados como Haití, Nicaragua, Costa Rica, El Salvador, Honduras y Guatemala, así como varios países de Suramérica.
“Este otorgamiento de la licencia de producto ubica a nuestra empresa y nuestro país en una posición aún mas privilegiada al convertirse en un socio estratégico por nuestra ubicación geográfica que, iniciando con este producto, entregará soluciones rápidas, seguras y efectivas ante emergencias nacionales e internacionales, en cuanto a la salud pública. Significa un crecimiento a las exportaciones y reafirma nuestro más serio compromiso con la salud y la vida”, afirma Federico Gómez, copresidente de MAGNACHEM.
La constante innovación, la seguridad y protección en el desarrollo y manufactura de sus medicamentos, la calidad de sus procesos, la experiencia de su talento y la tecnología de vanguardia, resultaron ser los factores determinantes para que el laboratorio dominicano, con más de 40 años en el mercado, obtuviera la licencia para manufacturar el nuevo medicamento para tratar el COVID-19.