AFP.- El riesgo provocado por la variante ómicron en todo el mundo permanece “muy elevado”, advirtió la Organización Mundial de la Salud, en medio de una propagación mundial de los contagios con récords en España, Francia o Reino Unido y fuertes aumentos en Argentina, Bolivia, Perú o Bolivia.
“El riesgo general relacionado con la nueva variante ómicron permanece muy elevado”, alertó la OMS en su informe epidemiológico semanal, señalando que su crecimiento requiere “un periodo de dos a tres días para duplicarse”.
Esto ha llevado a numerosos países a recuperar restricciones, suspender las festividades de Nochevieja e impulsar la vacunación, ya sea con primeras dosis para personas no inoculadas o con dosis de refuerzo para el resto.
El repunte de casos llegó a América Latina y el Caribe, donde la epidemia parecía estar en recesión hace poco tiempo. Ahora los contagios crecen en la región, que acumula más de 47 millones de infecciones y cerca de 1,6 millones de muertes.
Este incremento coincide con reportes de aumento de la variante ómicron en Panamá, Colombia, Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Venezuela, México, Cuba y Ecuador.
En Argentina, los casos se multiplicaron por seis desde inicios de mes y el martes se registraron 33.902 nuevos positivos, diez mil más que en la víspera.
En Perú los contagios se duplicaron en un mes y la rica región boliviana de Santa Cruz soporta la “peor tormenta” desde el inicio de la pandemia, dijo Carlos Hurtado, gerente de epidemiología del departamento de salud de la gobernación.
Los países de la región tratan de blindarse a base de vacunas, pero también con restricciones. Brasil canceló en casi todas las capitales estatales las celebraciones de Año Nuevo y lo mismo hizo la alcaldía de la Ciudad de México.
– Récords y restricciones en Europa –
Ante una pandemia nuevamente en aceleración, los diferentes gobiernos tratan de encontrar un equilibrio entre el control de la propagación y la contención de los daños económicos.
Altamente contagiosa, la variante ómicron parece causar menos hospitalizaciones que la delta, dominante hasta ahora, según estudios en Sudáfrica, Escocia e Inglaterra.
Pero los datos son aún muy incompletos y algunos expertos destacan que un mayor contagio puede anular la ventaja de una variante menos peligrosa.
El martes, Catherine Smallwood, una de las principales especialista de la OMS en Europa, dijo que el rápido aumento de ómicron “provocará un gran número de hospitalizaciones, sobre todo entre los no vacunados”.
En este continente, la nueva variante ha dejado cifras de contagios diarios nunca vistos hasta ahora: casi 180.000 en Francia, 129.000 en Reino Unido o casi 100.000 en España. También hubo récord en Grecia o Portugal.
Esta propagación ha generado una cascada de retricciones.
Finlandia prohibió la entrada a los viajeros extranjeros no vacunados; Suecia, Dinamarca y Austria exigen a los no residentes una prueba negativa y la vacunación y Francia limitará la validez del “pasaporte sanitario” solo a las personas vacunadas.
Alemania, por su parte, aplicará nuevas restricciones como limitar las reuniones a diez personas entre vacunados y a dos para no vacunados, el cierre de clubes nocturnos y la celebración de eventos deportivos a puerta cerrada.
Numerosas ligas profesionales se ven perturbadas por el repunte de casos entre las plantillas de sus equipos, desde la Premier League a la Liga española de fútbol, hasta las principales ligas deportivas de Estados Unidos, donde los contagios se acercan a su récord histórico.
Su presidente Joe Biden anunció que el 31 de diciembre Estados Unidos levantará las restricciones de viaje impuestas a ocho países africanos (Sudáfrica, Botsuana, Zimbabue, Namibia, Lesoto, Esuatini, Mozambique y Malaui) por la nueva variante, ya ampliamente expandida por todo el mundo.
Las autoridades sanitarias estadounidenses advirtieron también el martes que las pruebas caseras rápidas para detectar covid-19 son más propensas a arrojar falsos negativos con ómicron, fuertemente mutada respecto a variante anteriores.
La pandemia de covid-19 ha dejado más de 5,4 millones de muertos en el mundo desde diciembre de 2019, según un conteo de este martes de la AFP a partir de fuentes oficiales, pero la OMS considera que el balance podría ser entre dos y tres veces superior.