Es una tasa de transmisión del coronavirus que la Organización Mundial de la Salud acaba de considerar “muy preocupante”. Así se describe desde hace varias semanas la situación epidemiológica en Europa donde las infecciones se multiplican, en muchos casos a pesar de altas tasas de vacunación.
Los indicadores son contundentes. En Europa, en seis semanas los nuevos casos han alcanzado los 250.000 y se han registrado 3.600 muertes cada día, de acuerdo a los recuentos oficiales país por país recopilados hasta el 4 de noviembre.
El escenario es llamativamente alarmante en varios países del Este, naciones que además tiene muy bajas tasas de vacunación. Esta disparada, que sorprende por el número de contagios en países como Alemania o los Países Bajos, esta siendo analizada por distintos expertos internacionales para comprender y pronosticar la proyección del virus, en especial cuando acaba de arribar el tiempo más oscuro del invierno en el hemisferio norte.
Contrastando, aunque con crecimiento en la incidencia de casos cada 100.000 habitantes en los últimos recuentos, aún se preservan de esta tendencia tan fuerte al incremento de infecciones, países como España, Italia o Francia. No obstante, las autoridades presumen que será solo una “ventaja” pasajera.
Con este panorama, la Organización Mundial de la Salud (OMS) también se alarmó el jueves por la tasa de transmisión “muy preocupante” de COVID-19 que se observa actualmente en Europa, que podría provocar medio millón de muertes adicionales en el continente en febrero.
“Estamos, de nuevo, en el epicentro”, lamentó el director de OMS Europa, Hans Kluge. Revisión de varios países particularmente afectados y los factores que pueden haber contribuido al repunte de esta nueva epidemia.
Si bien Reino Unido viene ostentando el mayor número de contagios en el continente, Alemania ha visto en pocos días como los casos de COVID-19 se dispararon desde el final del otoño. Llegó a tener récord de infecciones diarias el jueves, desde diciembre de 2020, con 37.120 casos, frente a los 33.949 del día anterior. La media de positivos se ha ubicado en los 19.702 durante los últimos siete días, una cifra que no se había alcanzado desde finales de abril.
Según los datos del Instituto Robert Koch, la epidemia esta fundamentalmente entre los no vacunados. Se responsabiliza en especial a las personas que no fueron inmunizadas y la relajación de las acciones de barrera, como el uso de barbijo o el distanciamiento social. Según las últimas cifras de este organismo, 55,6 millones de alemanes han recibido dos dosis de la vacuna, o el 66,8% de la población, cuando los países con menos contagios están superando unos 10 puntos esta tasa de inmunización.
Para contener el rebrote, Jens Spahn, ministro de salud federal, ahora está presionando para que se adopten medidas mas duras: el jueves estuvo de acuerdo con los profesionales sanitarios sobre la vacuna de refuerzo para todos después de seis meses de aplicada la segunda dosis. Este viernes, el gobierno podría anunciar más detalles con los ministros de salud de los estados federales.
El alza de infecciones también es exponencial en los Países Bajos. En la última semana de octubre, registraron un promedio de 7.711 nuevos casos por día, un 39% más que la semana anterior, según los funcionarios responsables de salud. “No es de extrañar que tengamos un mensaje difícil esta noche. El número de contaminaciones e ingresos hospitalarios está aumentando rápidamente”, dijo hace días el primer ministro Mark Rutte, al anunciar el restablecimiento de las restricciones sanitarias.
La obligación del uso del tapabocas en establecimientos públicos cerrados, como tiendas u oficinas, será nuevamente regla. El relajamiento de esas normas es un factor que, creen los expertos, influyó para el estado actual de disparada de casos. El gobierno también ha reintroducido la regla de distanciamiento social de 1,50 metros y la extensión de la obligación de presentar el pase de salud en lugares como museos y terrazas de restaurantes.
El Reino Unido, por su parte, despegó en punta y ahora la situación parece estabilizarse con 40.000 infecciones diarias. Para muchos expertos, a pesar de que atribuyen los rebrotes a una multiplicidad de factores, la decisión del gobierno británico de poner fin al uso de máscaras a mediados de julio en lugares cerrados y de levantar la mayoría de las restricciones anti-Covid ha sido, al menos, apresurada.
“Sin que sea fácil atribuir la totalidad del deterioro de su situación al único levantamiento del uso de la máscara, es probable que haya jugado un papel”, subraya el epidemiólogo y profesor de salud pública en Ginebra Antoine Flahault.
La observación de la situación se repite observando a otros países. Croacia, donde la tasa de vacunación contra COVID-19 es una de las más bajas de la Unión Europea, registró el jueves un número récord de infecciones en un día y las autoridades “rogaron” a sus ciudadanos que acepten vacunase. 6.310 personas han dado positivo al coronavirus en el país de 4,2 millones de personas.
Austria registró en las últimas 24 horas un total de 19 muertes y 8.593 nuevos contagios de COVID-19, un 32% más que ayer, lo que supone la cifra más alta desde noviembre de 2020 y la segunda mayor desde que estalló la pandemia.
Pero quizás el caso de Letonia es uno de los más “electrizantes”. El Parlamento ha permitido despedir a los trabajadores que no acepten una inyección contra el virus. Letonia ha aprobado este jueves un cambio legal que permitirá echar a trabajadores que no se vacunen y que no acepten el teletrabajo en los puestos en que sea posible trabajar desde casa. Letonia registró este jueves 2.347 nuevos casos de COVID-19 y 47 muertes. La incidencia acumulada alcanza los 1.722 casos por cada 100.000 habitantes.
Letonia se prepara para cuatro semanas de confinamiento por el aumento de los casos de COVID-19. Trabajador que no se vacune puede ser despediPor su parte, Grecia ha batido por cuarta vez en una semana su récord de contagios diarios al comunicar 6.808 nuevos casos desde ayer, su peor dato de toda la pandemia. Esta cifra supera en 108 casos el máximo anterior, registrado el martes.
Mientras, los países del sur europeo parecen algo distante a estas advertencias. Francia mantiene una vigilancia extrema, pero la incidencia aún está en parámetros “aceptables”. Sin embargo, la Asamblea Nacional votó este viernes 5 de noviembre la validación de una versión final del proyecto de ley sobre diversas disposiciones de monitoreo de la salud de acuerdo con los deseos del gobierno. El voto de la Asamblea Nacional, que valida el texto en nombre de las dos cámaras tras la oposición del Senado, fue adquirido por 118 votos a favor, 89 en contra y una abstención.
Vuelta de mascarillas, distanciamiento social y pase sanitario extendido hasta el verano serán claves para la contención de casos. Por ahora, solo en algunas regiones francesas, en especial en el sur, se ha visto un deterioro hospitalario por el aumento de infecciones.
Otra “oasis” podría decirse que vive España, El Ministerio de Sanidad ha comunicado que más de 1,3 millones de ciudadanos han recibido la dosis de refuerzo de la vacuna. El 78,7% de la población tiene la pauta completa de vacunación, 37,3 millones de personas. Las autoridades han notificado además 3.291 nuevos contagios y han sumado 15 fallecidos al recuento oficial, la cifra de muertes más baja desde julio.
Sin embargo, la incidencia acumulada sube 2,3 puntos hasta los 51,6 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, lo que devuelve a España a riesgo medio por transmisión del virus.
Por último, Italia, país que ha sufrido como nadie una primera ola absolutamente mortal, hoy muestra signos esperanzadores. Aunque las infecciones están aumentando, las autoridades sanitarias explican que existe una gran diferencia en el número de muertes. En países con un alto porcentaje de vacunaciones, las muertes por el virus son menores que en otros países. La situación ni siquiera es comparable a la del año pasado. Por eso, Sanidad italiana apura la vacunación y en especial, como otras naciones, la dosis de refuerzo.
Las cifras de Italia se pueden considerar entre las mejores, pero la alarma permanece y hay que insistir en la campaña de vacunación “. Así lo ha dicho el ministro de Sanidad, Roberto Speranza, en la rueda de prensa de esta mañana para un punto sobre la situación de la pandemia en el país y sobre la campaña de vacunación. Junto a él, el general Francesco Paolo Figliuolo, comisario extraordinario para la emergencia del COVID, y el director del Istituto Superiore di Sanità Franco Locatelli.
Los datos de la campaña de vacunación son alentadores”, agregó el ministro. “Estamos en el 86,45% de población vacunable con primeras dosis y el 83,3% de la inmunizada completamente. En cuanto a las terceras dosis, hay que acelerar su aplicación sobre las personas autorizadas, es decir, las de los mayores de 60 años y las frágiles. En las próximas semanas también trabajaremos para bajar el umbral de edad”, dijo.
“El Pase Verde es una herramienta decisiva en la estrategia del gobierno”, continuó el ministro Speranza, respondiendo preguntas de los periodistas italianos, también estimuló a los italianos a vacunarse. “El certificado verde ha entrado en los hábitos de los ciudadanos, hasta la fecha se han descargado 117 millones. Es un instrumento de libertad. A partir de la tercera dosis durará 12 meses”, explicó.
En Italia continúan las protestas contra la implementación del pase sanitario del COVID-19
Pero a pesar del buen presente, no escapa a los pronósticos. El virus sigue impulsando las infecciones hacia arriba y, aunque en menor medida por la protección de la vacunación, también las hospitalizaciones y las muertes, con un Rt nacional que supera el nivel de alerta de uno, llegando a 1,15.
Finalmente, el invierno se presenta y el virus se propaga. Las conclusiones para los expertos son: esquema completo de vacunación, terceras dosis para pacientes con comorbilidades y pasado los seis meses de la segunda dosis para todos. Y algo que muchos científicos comienzan a repetir: la mascarilla llegó para quedarse, como el distanciamiento. La única certeza es que el coronavirus, hasta el momento y por evidencias, ha llegado para convivir con todos nosotros, al menos durante un tiempo más.