Las tasas de suicidio en diversos países del mundo va en aumento, según los expertos, y la pandemia del coronavirus puede ser la culpable.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EE.UU. (CDC), el suicidio fue la décima causa de muerte en Estados Unidos, cobrando la vida de más de 47,500 personas.
Para las personas de entre 35 y 44 años, fue la cuarta causa de muerte, mientras que para las de entre 10 y 35 años, fue la segunda, justo detrás de las lesiones no intencionadas.
El suicidio es un problema grave de salud pública, según Rachel Rohaidy, M.D., psiquiatra certificada por la Junta con Baptist Health Primary Care. “Con tanta gente experimentando el estrés relacionado con la pandemia en los últimos 18 meses, el suicidio ha aumentado en todas partes”, dice la Dra. Rohaidy, que también es directora de The Recovery Village at Baptist Health.
La Dra. Rohaidy afirma que el Mes Nacional de la Prevención del Suicidio, que se celebra cada septiembre, representa una valiosa oportunidad para aumentar la concienciación y recordar a la gente que la ayuda está ahí, si la necesitan. “Realmente tenemos que cambiar la forma de pensar y hablar del suicidio. Es uno de esos temas ‘tabú’ que requiere una discusión franca y abierta”, dice ella. “Hablar del suicidio puede ser incómodo, pero es importante que todos nos informemos mejor sobre el tema, trabajemos en la prevención y eliminemos el estigma”.
Lo más importante, dice la Dra. Rohaidy, es encontrar formas de ayudar a los millones de estadounidenses para quienes los problemas les pesan tanto que el suicidio parece ser su única opción. También es necesario ofrecer un mayor apoyo a las familias y los amigos afectados por el suicidio, dice ella.
“En los últimos 20 años, la cifra de adultos estadounidenses que intentan suicidarse ha aumentado a más de un millón”, señala la Dra. Rohaidy. “Esto indica que una parte importante de nuestra población está experimentando graves problemas emocionales y, como mínimo, altos niveles de estrés”.
La pandemia ha provocado numerosos cambios, dice la Dra. Rohaidy, alterando permanentemente la vida y las rutinas de las personas de formas grandes y pequeñas. “Nuestros pacientes han notado una mayor susceptibilidad a nuevos miedos, ansiedad y depresión, así como verdaderos cambios fisiológicos”, dice ella.
Los investigadores que han estudiado los cerebros de los pacientes con COVID-19 en tiempo real han documentado no sólo cambios fisiológicos verificables, sino también mayores niveles de ansiedad y depresión. “Las personas que han padecido el virus son especialmente susceptibles de tener pensamientos suicidas”, afirma la Dra. Rohaidy, y añade que el número de pacientes con COVID-19 que se han suicidado este año es mucho más alto.
La Dra. Rohaidy dice que conocer los factores de riesgo de suicidio es útil, pero no es algo absoluto. “Se trata de prevenir el suicidio”, dice ella. Algunos de los factores que pueden aumentar el riesgo de suicidio de una persona tienen:
- Intento de suicidio previo
- Sentimientos de desesperación
- Enfermedad terminal crónica
- Abuso de sustancias (intoxicación con algo)
El aislamiento también se ha convertido en un factor de riesgo mayor para el suicidio durante la pandemia, señala la Dra. Rohaidy. “Podría prevenirse responsabilizándose de una mascota o comprometiéndose con el trabajo, la escuela o encontrando algo de interés que hacer”.
Otro factor de riesgo es la edad, dice la Dra. Rohaidy. Aunque las tasas de suicidio son más altas entre la población joven, ella dice que han aumentado más rápidamente entre los ancianos, que son especialmente vulnerables. “Uno de los principales factores de riesgo de suicidio que ha surgido durante la pandemia es tener 85 años o más”, afirma ella. “Eso me dice que tenemos que cuidar a nuestros familiares mayores y estar atentos a cualquier signo de ansiedad, depresión o cambios inusuales de comportamiento”.
Lo que usted debe saber
Pueden pasar años para que una persona se enfrente a sus problemas de salud mental y acepte que necesita buscar tratamiento, dice la Dra. Rohaidy. “Si conoce a alguien que pueda estar experimentando problemas de salud mental o considerando el suicidio, abra las líneas de comunicación y esté disponible para amar y escuchar – sea el hombro en el que puedan llorar”, recomienda ella. “Es importante resaltarle a su ser querido de que es realmente amado – eso podría salvar su vida”.
La Dr. Rohaidy también aconseja crear un plan de seguridad para el suicidio, porque una persona que está considerando el suicidio siempre está pensando en ello, dice ella. “Se trata de un conjunto de instrucciones que usted crea con su ser querido y que contiene una serie de pasos graduales que puede seguir si le vienen a la mente pensamientos suicidas”, explica la Dra. Rohaidy. “Podría incluir actividades tranquilizantes, una lista de razones para vivir, y también los números de teléfono de familiares, amigos o líneas telefónicas de ayuda y recursos a los que pueden acudir cuando se vean abrumados por pensamientos oscuros”.
Existe una clara relación entre el abuso de sustancias y el suicidio, afirma la Dra. Rohaidy. “Aproximadamente un 20 por ciento de los suicidios en los Estados Unidos están relacionados con los opiáceos, pero no se sabe si esas muertes fueron intencionadas”, dice ella. “Además, el 22 por ciento de los suicidios en los EE.UU. tienen que ver con el alcohol y el 40 por ciento de las personas que consumen alcohol han tenido un intento de suicidio en su vida”.
Cómo usted puede ayudar
“Si una persona está contemplando el suicidio, puede ser difícil para ellos incluso considerar el buscar un médico”, observa la Dra. Rohaidy. “Estar ahí para ellos y demostrar que le importa es algo fundamental”.
Si alguien que usted conoce ha dicho que está pensando en suicidarse, la Dra. Rohaidy dice que hay muchos recursos disponibles. “Vayan la sala de emergencia, llamen a una línea de atención de suicidio o acudan a un terapeuta por internet”, aconseja ella. “Haga todo lo posible para programar una cita rápida mientras hace que la persona se sienta amada y conectada”.
La Dra. Rohaidy dice que si se encuentra en una situación en la que una persona está intentando suicidarse, evalúe la gravedad de la situación y haga todo lo posible por calmarla, si puede, estando allí, estando presente, escuchando y llamando a una línea directa.
La Dra. Rohaidy también aconseja acudir a un profesional de salud. “Hable con tu médico de atención primaria o con su terapeuta sobre lo que está pasando”, sugiere la Dra. Rohaidy. “Ellos pueden ayudar a identificar los recursos apropiados que pueden ayudarle a tratar de prevenir un suicidio”.
Durante el último año y medio, con la pandemia, las plataformas de telemedicina se han convertido en una forma necesaria y extremadamente conveniente para que muchas personas obtengan el tratamiento que necesitan, dice la Dra. Rohaidy. “Esto es especialmente cierto para los pacientes que buscan ayuda para el abuso de sustancias o cualquier tipo de asesoramiento de salud mental”, señala ella. “Muchos clientes prefieren hacer sus sesiones a distancia desde la comodidad y la privacidad de su propio hogar”.
Para los pacientes preocupados por la COVID-19 y las citas en persona, la Dra. Rohaidy dice que las plataformas de telemedicina como Baptist Health Care On Demand han facilitado más que nunca la conexión con los médicos de Baptist Health que tienen experiencia en abuso de sustancias, adicción y otros trastornos.