En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, dos influenciadoras que se atrevieron a hablar públicamente de su depresión nos cuentan su experiencia y por qué para ellas es clave derribar el tabú que impide hablar de una enfermedad que impacta a más de 300 millones de personas en el mundo y al 5% de la población en América Latina. #RCNoticias
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1 de cada 4 personas se verán afectadas por trastornos mentales en algún momento de su vida y dos terceras partes nunca buscan la ayuda de un profesional. Este es el caso de la depresión, una enfermedad que impacta a más de 300 millones de personas en el mundo y es la principal causa de discapacidad a nivel mundial. En América latina afecta al 5% de la población y sin embargo, está subdiagnosticada y muchas veces no es tratada correctamente.
Existe un tabú en torno a la depresión que nos impide hablar abiertamente sobre ésta y considerarla como una enfermedad compleja, crónica y recurrente que necesita ser tratada por un médico especialista. En algunas ocasiones, la depresión se confunde con un decaimiento del estado de ánimo, como una situación pasajera de la que se puede salir voluntariamente.
Es necesario cambiar esta percepción. Y precisamente, en el marco del Día Mundial de la Salud Mental, Janssen, Compañías Farmacéuticas de Johnson & Johnson, convocó a periodistas de la región a un webinar para conocer la historia de dos figuras públicas: Erika de la Vega, presentadora, comediante y locutora venezolana; y Camila Zuluaga, bloguera de moda colombiana, quienes reconocieron que tuvieron depresión y se atrevieron a compartir su experiencia públicamente para hacer visible esta enfermedad y motivar a que otras personas reconozcan los síntomas y busquen la ayuda de un profesional experto.
“Mi manager y yo no queríamos decirles a las marcas con las que trabajo ni a mis seguidores que yo tenía depresión, y mucho menos que estaba en una clínica psiquiátrica. Sin embargo, decidí hablarlo públicamente por que entendí que tenía la responsabilidad y que mi historia podía ayudar a otras personas con esta enfermedad a que buscaran ayuda profesional como lo hice yo”, afirma Camila Zuluaga.
“Durante todo un año estuve sintiéndome muy cansada, desganada, con ganas de dormir todo el tiempo, pero yo se lo atribuía al trabajo, a la obra de teatro que tenía un horario intenso. Por fin, me atreví a comentárselo a una amiga, y ella fue la que me aconsejó ir a consultar a un especialista”, cuenta Erika de la Vega, “para mí fue clave reconocerlo y tratarme.
En América Latina se estima que 21 millones de personas sufren depresión, en la República Dominicana la prevalencia es de 4.7%, por ello, historias de figuras públicas como las de Erika y Camila, permiten alentar a otras personas a hablar de esta enfermedad, a darle la importancia debida a los síntomas y a acudir a un médico especialista.
Depresión resistente al tratamiento, una faceta de la depresión con un fuerte impacto en América Latina
En algunas ocasiones, las personas con depresión pueden ser diagnosticadas incorrectamente o recibir un tratamiento que no necesariamente les funciona.
Cuando una persona con depresión mayor no responde a dos líneas de tratamiento o más, en dosis, tiempo y cumplimiento adecuado, se considera que tiene depresión resistente al tratamiento (DRT). 1 de cada 3 personas con depresión mayor tiene DRT.
“Los resultados del estudio epidemiológico TRAL (Depresión resistente al tratamiento en América Latina), realizado con el apoyo de Janssen en la región, mostraron que el 29.1% de los pacientes con depresión mayor de los centros clínicos estudiados padecían DRT,” afirma el Dr. Gerardo García Bonetto, médico psiquiatra e investigador principal de uno de los centros donde se llevó a cabo dicho estudio.
El objetivo del estudio TRAL fue evaluar la prevalencia y el impacto de la DRT en centros clínicos que tratan a personas con depresión en cuatro países de la región: Argentina, Brasil, Colombia y México. En Brasil, 40% de los pacientes con depresión mayor presentaron DRT, en Argentina y Colombia el 33.2% y 32.1% respectivamente, mientras en México el 20.7%.
Como parte de los resultados finales del estudio TRAL, comenta el doctor García Bonetto, se registró que el 80% de los pacientes con DRT evaluados en estos centros clínicos continuaban con persistencia de síntomas aun recibiendo el tratamiento considerado estándar y con continuidad de sus controles médicos.
Estos datos en la región remarcan la urgencia de incrementar la educación sobre la depresión y la depresión resistente al tratamiento, a la vez que reflejan las necesidades insatisfechas de estos pacientes. Por ello, con el fin de dar visibilidad a la depresión y promover un entorno más favorable que permita reconocer los síntomas y entender que ante esta enfermedad el único camino posible es recurrir a un médico especialista, Janssen lanza su campaña regional #LaConsultaEsElMejorConsejo.