Santo Domingo RD. – El cáncer es la causa principal de muerte por enfermedad después de la primera infancia en los niños, es de vital importancia la detección oportuna de signos y síntomas, ya que mientras más rápido se diagnostica, mayor es la probabilidad de sobrevida y hasta de curación en más de 70 % de los casos, señala la oncóloga radioterapeuta del Centro de Radioterapia Integral RADONIC, Dra. Lourdes Marmolejos.
Muchos niños sin apenas saber hablar o caminar llegan a padecer de esta enfermedad letal, mientras otros llegan a desarrollarse y en el transcurso lo llegan a padecer.
Los tipos más comunes de cáncer en edad pediátrica son las leucemias agudas, tumores cerebrales, linfomas, sarcomas óseos o de tejido blando, neuroblastomas y retinoblastomas, explica la especialista.
“Nuestro mayor aliado es la madre, padre o tutor del niño, puesto que son los que ven cualquier comportamiento raro o aparición de síntomas, los cuales son muy inespecíficos y asemejan cualquier enfermedad común, pero también pueden ser la antesala del cáncer”, lo ideal es no auto medicar a su hijo/a, llevarlo siempre a su pediatra para que éste sea quien lo examine y proporcione el tratamiento adecuado, recomienda.
Dentro de los posibles síntomas relacionados con el cáncer son: fiebre, pérdida del apetito y peso, fatiga, bultos en el abdomen, cuello o extremidades, crecimiento de ganglios, moretones inexplicables, dolor en los huesos, dificultad para caminar, visión doble, dolor de cabeza, náuseas y vómitos, dificultad para respirar, falta de atención, entre otros.
“No existe una causa definida para estos tumores, ya que no se pueden asociar a factores de riesgo ambientales; tales como tabaquismo, exceso de alcohol o alimentación; ni todos son por la genética ni hereditarios”, dice Marmolejos.
Dentro de las múltiples modalidades de tratamiento existentes, se encuentran; cirugía, quimioterapia, radioterapia, trasplante de médula ósea e inmunoterapia, y la combinación de más de uno de estos.
Con los avances tecnológicos y farmacéuticos en el tratamiento oncológico, se ha reducido la tasa de mortalidad, por la que el cáncer es considerado como una enfermedad crónica.
Para la radioncóloga la sensibilización para dar a conocer a la población general sobre estos signos y síntomas relacionados al cáncer infantil, es lo que ayuda a elevar la detección precoz y así un tratamiento oportuno. La integración de la familia, las profesoras, el manejo multidisciplinario de los médicos especialistas, incluyendo psicólogos, trabajadores sociales y el equipo de oncología.
El diagnóstico de cáncer lleva a un impacto emocional tanto para el niño enfermo como para todos los miembros de su familia, rompe los esquemas y conlleva a circunstancias dramáticas, estresantes y frustrantes.
“Debemos todos tener como meta la curación del cáncer infantil; esta es la prioridad absoluta sobre cualquier otro aspecto del cuidado del paciente pediátrico” puntualiza.
El cáncer infantil se representa con un lazo amarillo o dorado, pues se dice que los primeros años de vida son “dorados”.