La temperatura corporal es el indicador más común al que atendemos para saber si estamos sanos y, más concretamente, en este período, si tenemos el coronavirus. Pero lo cierto es que hay casos en que no tenemos por qué preocuparnos si el termómetro marca más de 37 grados centígrados. El doctor Andréi Prodeus explica cuáles son esos casos.
Creer que uno se está enfermando solo por la cifra que muestra el termómetro es simplificar mucho las cosas. Andréi Prodeus, doctor ruso y presentador de un programa de ese país dedicado a la salud, explica que una temperatura superior a 37 grados no tiene por qué ser alarmante si la persona se siente bien.
“La fiebre, de por sí, no es peligrosa. Es más importante cómo se sienta la persona. Si hay síntomas de intoxicación y la persona se encuentra mal aunque su temperatura sea normal”, explicó el especialista, y añadió que, bien medida, una temperatura elevada en torno a los 37,1 grados no tiene que ser preocupante aunque continúe subiendo.
El experto recuerda que la temperatura del cuerpo humano oscila constantemente y que la considerada normal se mueve en un rango situado entre los 36,2 y 37,2 grados. Además, es muy importante el lugar del cuerpo en que se toma la temperatura, ya que esta varía de zona a zona.
“El máximo de temperatura se produce hacia las 20:00, y el mínimo, hacia las 03:00, cuando dormimos (…) Se puede tomar la temperatura en la cavidad bucal, en el recto, etc. Si hablamos de temperatura normal que oscila entre los 36,2 y 37,2 grados, [nos referimos a] la toma de temperatura en las axilas”, explica el interlocutor de Sputnik.
Una temperatura constante o prolongada superior a los 37 grados no es lo común y sí debería ser motivo de consulta, recuerda Andréi Prodeus.
Fuente: Sputnik