Un nuevo estudio muestra que una molécula encontrada en el veneno de la abeja melífera puede suprimir el crecimiento de las células cancerígenas.
Los científicos australianos se centraron en el estudio de ciertos subtipos de cáncer de mama, incluyendo el cáncer de mama triple negativo —TNBC, por sus siglas en inglés—, que es una condición extremadamente agresiva con opciones de tratamiento limitadas y representa hasta el 15% de todos los cánceres de mama.
En muchos casos, sus células producen más de una molécula llamada EGFR que la que se ve en las células normales. Los intentos anteriores de desarrollar tratamientos que se dirigen específicamente a esta molécula no han funcionado porque también afectaban negativamente las células sanas.
Los investigadores sometieron a las células cancerígenas cultivadas en laboratorio y a las células normales al veneno de la abeja melífera (Apis mellifera) de Irlanda, Inglaterra y Australia, y al veneno del abejorro (Bombus terrestris) de Inglaterra. En total, usaron el veneno de 312 insectos.
Las abejas utilizan melitina, la molécula que constituye la mitad de su veneno, para luchar contra sus propios patógenos. Los insectos producen este péptido no solo en su veneno, sino también en otros tejidos, donde se forma en respuesta a las infecciones.
Resultó que el veneno de los abejorros que no contiene melitina tenía poco efecto en las células de cáncer de mama, pero el veneno de la abeja melífera de todos los lugares sí tuvo uno.
“El veneno era extremadamente potente”, afirmó la Dra. Ciara Duffy del Instituto de Investigación Médica Harry Perkins y la Universidad de Australia Occidental.
“Encontramos que la melitina puede destruir completamente las membranas de las células cancerígenas en 60 minutos”, declaró.
Cuando se bloqueó la melitina con un anticuerpo, las células cancerosas expuestas al veneno de abeja sobrevivieron, lo que demuestra que fue la melitina la responsable de los resultados de las pruebas anteriores.
La melitina en el veneno de las abejas melíferas también tuvo otro efecto notable. En 20 minutos, la melitina fue capaz de reducir sustancialmente los mensajes químicos de las células cancerosas que son esenciales para el crecimiento y la división celular del cáncer.
“Observamos cómo el veneno de la abeja melífera y la melitina afectan a las vías de señalización del cáncer, los mensajes químicos que son fundamentales para el crecimiento y la reproducción de las células cancerosas, y descubrimos que muy rápidamente estas vías de señalización se cortaron”, detalló la investigadora.
Asimismo, la melitina tuvo poco impacto en las células normales, apuntando específicamente a las células que producían mucho EGFR y HER2, otra molécula producida en exceso por algunos tipos de cáncer de mama.
El equipo de investigación también produjo una versión sintética de la melitina, para ver cómo se desempeñaría en comparación con la real.
“Encontramos que el producto sintético reflejaba la mayoría de los efectos anticancerígenos del veneno de las abejas”, afirmó Duffy.
Los científicos probaron la acción de la melitina junto con las drogas de quimioterapia en ratones.
“Encontramos que la melitina puede ser usada con pequeñas moléculas o quimioterapias, como el docetaxel, para tratar tipos de cáncer de mama altamente agresivos”, explicó Duffy. “La combinación de melitina y docetaxel fue extremadamente eficiente en la reducción del crecimiento de tumores en ratones”.
La sobreexpresión de EGFR y HER2 también se observa en otros tipos de cánceres, como el de pulmón, y estos resultados sugieren que también podrían ser objetivos potenciales para la melitina.
Sin embargo, los investigadores señalan que se necesitan futuras investigaciones para evaluar formalmente las toxicidades y las dosis de estos péptidos.
Esta investigación fue publicada en Nature Precision Oncology.
Tomado de: Sputnik