La siesta es una costumbre muy extendida en algunos países, pero está rodeada de mitos que apuntan tanto a lo buena como a lo mala que puede ser para la salud. Un estudio de la Universidad de Medicina de Guangzhou ha analizado las evidencias disponibles hasta el momento y ha concluido que las siestas de larga duración son peligrosas para la salud.
Muchas personas se acuestan un rato después de comer sin temer por su salud, pensando, además, que dormir un poco por la tarde es una buena forma de compensar la falta de sueño de la noche anterior. Pues bien, tras analizar los datos aportados por más de 300.000 participantes de más de 20 experimentos, este estudio apunta a una realidad muy diferente.
De los datos revisados se infiere que las personas que duermen más de una hora de siesta tienen un 30% más de riesgo de muerte por todas las causas y un 34% más de probabilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Estas estadísticas se aplican a quienes duermen más de seis horas por la noche.
Hay que decir que las siestas de menos de una hora de duración, según el Doctor Zhe Pan, al frente del estudio, no suponen un riesgo para la salud cardiovascular. De hecho, estas pueden ser incluso beneficiosas para el corazón si no se duerme lo suficiente de noche.
No obstante, en lo relativo al riesgo de muerte, los datos son menos alentadores: toda siesta de cualquier duración, aseguran los científicos chinos, acarrea un 19% más de riesgo de muerte. En el caso de las mujeres ese porcentaje se eleva hasta el 22%, y en el de las personas mayores, hasta en un 17%.
“Si quieres echar una siesta, nuestro estudio indica que lo más seguro es que sea de menos de una hora. Para los que no estamos acostumbrados a echar siestas no hay pruebas convincentes para empezar a hacerlo”, zanja Pan Zhen.
Fuente: Sputnik