Existen productos que ralentizan el funcionamiento del cerebro. Su consumo frecuente puede hasta destruir las células cerebrales, afirma la nutricionista rusa Elena Solomátina.
Según ella, en primer lugar hay que dejar los productos que contienen grasas trans: productos semiacabados, margarina, mayonesa y confitería barata.
“El hecho es que las grasas trans hacen que la membrana de la célula sea rígida, impermeable. Lo que significa que la célula deja de funcionar correctamente. Es especialmente peligroso cuando ocurre en las células cerebrales”, declaró la nutricionista citada por el diario ruso KP.
Además, Solomátina aconseja dejar de consumir los carbohidratos rápidos contenidos en el azúcar, la confitería, los productos con harina, la pasta y el pan.
El exceso de carbohidratos se convierte en grasa, que se acumula gradualmente en el cuerpo. El sobrepeso lleva a la insensibilidad a la insulina. Entonces la glucosa permanece en la sangre, destruyendo los vasos sanguíneos donde pueden desarrollarse las placas ateroscleróticas. Como resultado, el cerebro deja de recibir suficiente oxígeno y nutrientes, explicó Solomátina.
Tampoco es saludable comer mucha sal. La sal retiene el líquido, lo que causa la hinchazón de los tejidos y las paredes de los vasos, lo que impide el libre flujo de la sangre y causa hipertensión. Por lo tanto, el exceso de sal puede perjudicar la nutrición completa del cerebro, advirtió.
La nutrición de las células cerebrales también se ve afectada por los productos que contienen conservantes, saborizantes y colorantes. Estos aditivos alimentarios son una fuente de toxinas y radicales libres. En este caso hay que tener cuidado con algunos productos con una larga vida útil, incluyendo productos de confitería. Por eso se aconseja leer las etiquetas del producto cuidadosamente. Fuente: Sputnik