La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce. La insulina es una hormona que regula el azúcar en la sangre. El efecto de la diabetes no controlada es la hiperglucemia (aumento del azúcar en la sangre) que, con el tiempo, daña gravemente muchos órganos y sistemas, especialmente los nervios y los vasos sanguíneos.
El control de la diabetes fue uno de los principales temas que se trataron en la reciente 80° Sesión Científica de la American Diabetes Associations (ADA), que se realizó en Chicago, Estados Unidos del 12 al 16 de junio 2020, y que se denominó “Una experiencia virtual con oportunidades innovadoras para el manejo de la enfermedad”.
Sanofi en la región Pacífico & Caribe invitó a más de 250 médicos de Panamá, Honduras, Guatemala, Ecuador, El Salvador, República Dominicana y Costa Rica para brindar información actualizada, nuevos estudios e innovaciones sobre el manejo de la enfermedad.
El control del paciente diabético ha cobrado un valor aún mayor durante la pandemia del COVID-19, dado que estudios han demostrado que el paciente sin control de glucosa en sangre y estando hospitalizado por coronavirus, ha tenido mayor factor de riesgo de complicaciones y hasta de fallecimiento versus aquel controlado o sin diabetes.
“Ahora más que nunca, los pacientes, deben cumplir a cabalidad con sus metas de control dictadas por el médico, ninguna persona con una enfermedad prexistente debe suspender el tratamiento, se debe mantener con estricta rigurosidad sus protocolos médicos previamente establecidos, el paciente diabético tiene su sistema inmunológico comprometido por lo que puede tener mayores complicaciones”, agregó Rony Calderón, Director Médico de Sanofi región Pacifico & Caribe
Según los datos de la Federación Internacional de la Diabetes (FID)a, a nivel mundial el 8,5% de los adultos (18 años o mayores) tenía diabetes en 2014. En 2015, fallecieron 1,6 millones de personas como consecuencia directa de la diabetes y los niveles altos de glucemia fueron la causa de otros 2,2 millones de muertes en 2012.
Las cifras de la FID son reveladoras:
- El número de personas con diabetes ha aumentado de 246 millones en 2007 a 463 millones en 2019.
- La prevalencia mundial de la diabetes en adultos (mayores de 18 años) ha aumentado del 4,7% en 1980 a 9,3% en 2019.
- La prevalencia de la diabetes ha aumentado con mayor rapidez en los países de ingresos medianos y bajos.
- La diabetes es una importante causa de ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y amputación de los miembros inferiores.
- Aproximadamente la mitad de las muertes atribuibles a la hiperglucemia tienen lugar antes de los 70 años de edad. Según proyecciones de la OMS2, la diabetes será la séptima causa de mortalidad en 2030.
- La dieta saludable, la actividad física regular, el mantenimiento de un peso corporal normal y la evitación del consumo de tabaco previenen la diabetes de tipo 2 o retrasan su aparición.
- Se puede tratar la diabetes y evitar o retrasar sus consecuencias con dieta, actividad física, medicación y exámenes periódicos para detectar y tratar sus complicaciones (1).
Tipos de diabetes[i]
Diabetes de tipo 1
La diabetes de tipo 1 (también llamada insulinodependiente, juvenil o de inicio en la infancia) se caracteriza por una producción deficiente de insulina y requiere la administración diaria de esta hormona. Se desconoce aún la causa de la diabetes de tipo 1 y no se puede prevenir con el conocimiento actual.
Sus síntomas consisten, entre otros, en excreción excesiva de orina (poliuria), sed (polidipsia), hambre constante (polifagia), pérdida de peso, trastornos visuales y cansancio. Estos síntomas pueden aparecer de forma súbita.
Diabetes de tipo 2
La diabetes de tipo 2 (también llamada no insulinodependiente o de inicio en la edad adulta) se debe a una utilización ineficaz de la insulina. Este tipo representa la mayoría de los casos mundiales y se debe en gran medida a un peso corporal excesivo y a la inactividad física.
Los síntomas pueden ser similares a los de la diabetes de tipo 1, pero a menudo menos intensos. En consecuencia, la enfermedad puede diagnosticarse solo cuando ya tiene varios años de evolución y han aparecido complicaciones.
Hasta hace poco, este tipo de diabetes solo se observaba en adultos, pero en la actualidad también se está manifestando en niños.
Diabetes gestacional
La diabetes gestacional se caracteriza por hiperglucemia (aumento del azúcar en la sangre) que aparece durante el embarazo y alcanza valores que, pese a ser superiores a los normales, son inferiores a los establecidos para diagnosticar una diabetes. Las mujeres con diabetes gestacional corren mayor riesgo de sufrir complicaciones durante el embarazo y el parto. Además, tanto ellas como sus hijos corren mayor riesgo de padecer diabetes de tipo 2 en el futuro.
Suele diagnosticarse mediante las pruebas prenatales, más que porque el paciente refiera síntomas.
Deterioro de la tolerancia a la glucosa y alteración de la glicemia en ayunas
El deterioro de la tolerancia a la glucosa y la alteración de la glicemia en ayunas son estados de transición entre la normalidad y la diabetes, y quienes los sufren corren mayor riesgo de progresar hacia la diabetes de tipo 2, aunque esto no es inevitable.
¿Cómo reducir la carga de la diabetes?
Se ha demostrado que medidas simples relacionadas con el estilo de vida son eficaces para prevenir la diabetes de tipo 2 o retrasar su aparición. Para ayudar a prevenir la diabetes de tipo 2 y sus complicaciones se debe:
- alcanzar y mantener un peso corporal saludable.
- mantenerse activo físicamente: al menos 30 minutos de actividad regular de intensidad moderada la mayoría de los días de la semana; para controlar el peso puede ser necesaria una actividad más intensa.
- consumir una dieta saludable, que evite el azúcar y las grasas saturadas.
- evitar el consumo de tabaco, puesto que aumenta el riesgo de sufrir diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico se puede establecer tempranamente con análisis de sangre relativamente económicos.
El tratamiento de la diabetes consiste en una dieta saludable y actividad física, junto con la reducción de la glucemia y de otros factores de riesgo conocidos que dañan los vasos sanguíneos. Para evitar las complicaciones también es importante dejar de fumar (1).