Una dieta extrema que implique el hambre antes de que un paciente comience la quimioterapia podría mejorar el resultado para los pacientes de cáncer de mama, según un nuevo estudio.
Los médicos y nutricionistas de Italia, los Países Bajos y Estados Unidos llevaron a cabo un ensayo clínico controlado aleatorio de la fase 2 de la dieta recomendada para los pacientes que se someten a quimioterapia, que se prescribe como primer paso antes de la cirugía para detener el crecimiento del tumor.
Se desarrollaron dietas de ayuno que imitaban a las dietas de agua para obtener un metabolismo similar al del ayuno de agua, pero que también proporcionaban el sustento y las proteínas necesarias. Esta dieta es baja en aminoácidos, consistía en sopas, caldos, líquidos y té.
La dieta funciona para hacer que las células cancerosas sean más susceptibles a la quimioterapia, al tiempo que ayuda a proteger las células sanas de las pacientes de cáncer de mama, revelaron los autores.
El equipo científico investigó los efectos del ayuno a corto plazo en los seres humanos tras descubrir que protegía a los ratones portadores de tumores contra los efectos tóxicos de la quimioterapia, a la vez que potenciaba sus efectos terapéuticos.
Durante el estudio, los tres grupos de las pacientes con cáncer de mama en fase dos y tres ayunaron o seguían una dieta de hambre que imitaba a la dieta normal o su dieta regular durante tres días antes y durante la quimioterapia.
Resultó que a pesar de que el nivel de toxicidad de la quimioterapia utilizada era el mismo en los tres grupos, las pacientes de los dos primeros grupos tenían una mayor eficacia de tratamiento. Además, los científicos informaron de niveles más bajos de daños en el ADN inducidos por la quimioterapia en los linfocitos T. Los científicos no encontraron ningún efecto secundario en las dietas de hambre.
Los que empezaron con la dieta de hambre tuvieron mayores probabilidades de sufrir una pérdida de células tumorales de entre el 90% y el 100% en comparación con los que seguían una dieta normal.
Los autores concluyen que los ciclos de hambre a corto plazo son seguros y muy eficaces como ayuda adicional para las pacientes con cáncer de mama en sus primeras etapas.
“El ayuno priva de nutrientes a las células cancerosas que se multiplican reduciendo sus factores de crecimiento. Como resultado, son más susceptibles a la terapia, lo que contribuye a su muerte”, escriben los investigadores en el artículo.
Los hallazgos han sido publicados en la revista Nature. Fuente: Sputnik