Muchos usan recipientes de plástico herméticos para guardar el queso en la nevera. Sin embargo, no siempre es una buena idea, advierte el portal Popular Science.
Parece lógico que un recipiente hermético ayude a mantener el queso fresco, pero en realidad asfixia el microbioma de la comida, explica el artículo.
“El queso es una cosa viva, que respira. Cuando se le corta el oxígeno, cambia su sabor”, señaló Mary Rizzo, dueña de la tienda The Cheese Traveler en Albany, Nueva York.
En particular, “mucha gente dice que el queso azul es realmente ácido y mineral; y eso es porque no ha sido capaz de respirar en el supermercado”, agregó la especialista.
Según los autores de la publicación, el papel encerado es una buena opción para guardar correctamente el queso porque lo mantiene relativamente protegido de los elementos en la nevera o el mostrador, y al mismo tiempo, deja entrar algo de oxígeno.
No obstante, un envase hermético sí que sería adecuado para guardar el cheddar, porque permite mantener el sabor de este tipo de queso.
Fuente: Sputnik