Múltiples estudios científicos vinculan a la remolacha con la prevención de enfermedades como el cáncer, la hipertensión, y con propiedades antioxidantes y antiinfamatorias. ¿En qué puede ayudar esta verdura a tu salud?
Es sabido que la remolacha tiene diversas propiedades que benefician la salud de quienes la consumen. Pero, ¿cuáles son estas propiedades y cómo pueden influir en los individuos?
Un estudio publicado a través de la organización de Preservación de la Diversidad Molecular Internacional y el Instituto de Publicación Digital (MDPI, por sus siglas en inglés) vincula el consumo de remolacha con “poderosos efectos antioxidantes, antiinflamatorios y protectores vasculares”.
Según sostienen, en los estudios realizados en humanos queda claro que la suplementación con remolacha ayuda a controlar el cáncer, reduce la presión arterial, atenúa la inflamación, evita el estrés oxidativo y restaura la hemodinámica cerebrovascular.
La hemodinámica estudia la dinámica de la sangre en las distintas estructuras internas del cuerpo humano, incluyendo al corazón y al cerebro. En este sentido, el consumo de remolacha puede ayudar a regular la hipertensión (presión arterial alta). Esto ocurre porque tiene un fuerte contenido de nitrato inorgánico, que cumple en el cuerpo “importantes funciones vasculares y metabólicas”, y facilitan la circulación sanguínea.
Sin tratamiento, la hipertensión puede llevar a muchas afecciones médicas “del corazón, accidente cerebrovascular, insuficiencia renal, problemas en los ojos y otros problemas de salud”, según explica la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Otro de los componentes centrales de esta verdura son sus pigmentos altamente bioactivos, conocidos como betalaínas, que son los que le dan su particular color. Estos pigmentos sugieren un posible papel de la remolacha en patologías clínicas vinculadas al estrés oxidativo y la inflamación crónica, como la enfermedad hepática, la artritis e incluso el cáncer.
Fuente: Sputnik