Las estadísticas lo confirman alrededor del mundo: el coronavirus mata a más hombres que mujeres, llegando incluso a duplicar los fallecimientos entre pacientes masculinos. El dato ha vuelto a poner sobre la mesa un descubrimiento reciente, que centra la atención en el famoso par 23 de cromosomas.
Apenas el coronavirus se convirtió en una preocupación para las autoridades chinas, un dato llamó la atención de los investigadores: si bien la cantidad de infecciones se repartía de forma similar entre ambos sexos, la mortalidad era significativamente superior entre los hombres. En efecto, la autoridad sanitaria china indicaba a mediados de febrero que la tasa de mortalidad en hombres era del 2,8% mientras que en mujeres no superaba el 1,7%.
Esta tendencia no solo se dio en China. En España, por ejemplo, la tasa de mortalidad entre mujeres se ubicó en el 2,5% mientras que la de hombres ascendió a 4,6%, de acuerdo a información oficial con datos hasta el 23 de marzo. El país europeo incrementó su mortalidad al llegar abril pero la tendencia desfavorable a los hombres se mantuvo: el mismo informe indicó, el 6 de abril, que la tasa de mortalidad en mujeres es de 3,8% mientras que la de hombres es de 6,8%.
En Italia, en tanto, las autoridades llegaron a advertir que el 70% de los fallecidos por COVID-19 eran de género masculino, ratificando una tendencia que se cumple en varios de los países.
¿Es esto una novedad del coronavirus? La tendencia comenzó a preocupar a científicos de todo el mundo. Las primeras explicaciones tuvieron que ver con las comorbilidades, muchas de las cuales se presentan con mayor frecuencia entre los hombres. La mayor incidencia del tabaquismo entre los hombres chinos fue uno de los señalamientos en ese sentido. También se apuntó a que la población masculina tiende a tener hábitos de higienes, como el lavado de manos, menos fuertes.
El 2 de abril, el físico estadounidense Sharon Moalem escribió, en una columna de opinión en el New York Times, que “cuando se trata de sobrevivir, los hombres son el sexo débil” y recordó otra explicación: la debilidad de los hombres frente al coronavirus está en sus cromosomas.
Cromosomas y coronavirus
Pero para comprender lo que sucede, es preciso recordar qué son los cromosomas. Se trata de fragmentos de ADN y proteínas ubicadas en el centro de las células cuya función es transportar material genético. Dentro de cada célula, los cromosomas se ordenan en 23 pares.
El par 23 de este conjunto suele ser el más famoso, ya que es el que, entre otra cosas, aporta el sexo del individuo. Su formación difiere si la persona es biológicamente masculina o femenina. Así, las mujeres tienen dos cromosomas X en el par 23 mientras los hombres tienen un cromosoma X y otro Y.
Una investigación de un equipo de científicos de la Universidad de Gante, Bélgica, demostró que las pequeñas cadenas de moléculas de ácido ribonucleico (ARN) contenidas en el cromosoma X pueden debilitar la respuesta inmune. Sin embargo, cuando se presenta un par con dos cromosomas X, ocurre una suerte de “compensación” que, por el contrario, favorece la respuesta inmunológica, incluso contra el cáncer. Los hombres, al contar con un único cromosoma X, no pueden realizar esta “compensación”.
La investigación, que en su momento fue presentada como un avance en la posible creación de medicamentos contra el cáncer, sirvió para comprender por qué las mujeres suelen vivir más tiempo que los hombres y cómo tienen una mejor respuesta contra las infecciones virales en general. Por el contrario, los científicos vieron que esta ventaja genética se convierte en una desventaja cuando se trata de enfermedades autoinmunes.
En su columna de opinión, Moalem advierte sobre la importancia de tener en cuenta estas diferencias genéticas entre hombres y mujeres a la hora de investigar. “Nuestro modelo de salud machocéntrico y de talla única y la cultura de investigación que lo sostiene tienen que cambiar”, reivindica.
Fuente: Sputnik