En el complejo entramado de la política contemporánea, la creación de una percepción falsa por parte del gobierno se erige como una estrategia insidiosa para influir en los votantes y moldear la opinión pública. Este preocupante fenómeno, destacado por el joven político dominicano Luis Encarnación, miembro de la Dirección Central del partido La Fuerza del Pueblo, arroja luz sobre las tácticas manipuladoras utilizadas por las autoridades en aras de sus propios intereses.
Encarnación ha levantado la voz para alertar sobre la peligrosa práctica de distorsionar la realidad con el propósito de persuadir a los ciudadanos en el ámbito electoral. En su análisis perspicaz, subraya cómo la desinformación, la propaganda y la manipulación mediática son empleadas hábilmente para crear una narrativa conveniente que beneficie al gobierno del partido Revolucionario Moderno (PRM).
La creación de una percepción falsa no solo implica la difusión de noticias falsas, la manipulación de datos y el despilfarro de dinero, sino que también abarca la explotación de emociones y el fomento de divisiones dentro de la sociedad y los partidos políticos. Estas estrategias, diseñadas para sembrar la duda y la confusión entre los votantes, minan la confianza en las instituciones democráticas y distorsionan el proceso electoral.
En un contexto donde la transparencia y la honestidad son pilares fundamentales de la democracia, la advertencia de Encarnación destaca la importancia de fortalecer la alfabetización mediática y promover la participación ciudadana informada. Solo a través de una ciudadanía crítica y vigilante se puede contrarrestar eficazmente la manipulación de la percepción electoral y proteger la integridad de los procesos electorales.
En última instancia, la valiente denuncia de Luis Encarnación sirve como un recordatorio de la necesidad de estar alerta ante las artimañas de aquellos que buscan tergiversar la verdad en aras de sus propios intereses políticos y acusa a las firmas encuestadoras que se prestar para esta perversidad putrefacta. Su llamado a la acción nos insta a defender la verdad y la integridad en el espacio público, en aras de preservar la democracia y garantizar que la voluntad popular sea verdaderamente reflejada en las urnas.